Capítulo 6: Segundo año

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Mi sombra inclina su cabeza hacia mí
Espíritus en la oscuridad están esperando
Dejaré que el viento vaya en silencio
Dejaré que el viento vaya en silencio

Que seas el que, que seas el que
Tome mi alma y la deshaga
Que seas el que, que seas el que
Me lleve a casa y me muestre el Sol
Lo sé, lo sé
Puedes traer el fuego, yo puedo traer los huesos
Lo sé, lo sé
Harás el fuego, mis huesos lo harán crecer

De donde venimos, no hay Sol
Nuestra ciudad natal está en la oscuridad
De donde venimos, no somos nadie
Nuestra ciudad natal está en la oscuridad
Nuestra ciudad natal está en la oscuridad, Hometown Twenty one pilots

Primer partido

El primer partido de quidditch de Abraham Pucey, Orion Black y Abraxas Malfoy. Se habían levantado desde temprano para desayunar de manera "tranquila". Pero, el desayuno fue todo menos tranquilo.

Eran los jugadores más jóvenes del equipo de Slytherin. Y los más nerviosos. Su primer partido era contra Ravenclaw, por lo que habían visto en los partidos ellos no eran tan agresivos. Los que sí lo eran son los de Gryffindor.

-Xas-Eris lo llamó.

-¿Si?

-Cálmate.

-¿Qué?

-Tu pierna.

La pierna de Abraxas tenía un tick constante, del cual él no era consciente. Abraxas al darse cuenta de lo que hacía, dejó de hacerlo. Por un momento.

-Yo... lo siento.

-Están nerviosos todos-mencionó Sarah.

-¿Nosotros?-preguntó Orion incrédulo.

-No, los de Ravenclaw-respondió Tom con sarcasmo.

Hasta ese momento Abraham se había mantenido silencioso. Él estaba igual. El corazón les palpitaba a mil, estaban pálidos, las manos les temblaban y ni siquiera podían darle un bocado correctamente a la comida.

-Lo van a hacer bien-les dijo Eris.

-Eso esperó-murmuró Orion.

—Malfoy, Black y Pucey es hora de irnos-dijo John Bulstrode llegando a ellos con el resto de equipo de Slytherin.

Los tres niños se levantaron y tomaron sus escobas.

—Suerte—les dijo Sarah.

Salieron con John del gran comedor. La mayoría de Slytherin aplaudieron al ver a los nuevos integrantes del equipo de quidditch.

—Este va a ser un día muy nervioso—mencionó Tom y volvió a comer.













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-¡Y recuerden nada de trampas a menos que se requiera! ¡Juguemos!

-¡Juguemos!

Todos los jugadores salieron y se dirigieron al campo de quidditch.

DERNIÈRE DANSE  («El último baile»)-Tom Riddle en español Where stories live. Discover now