Classroom of the elite | Diario de un estudiante

Capitulo 15: Investigación

Las estrellas del lugar me hacían pensar en la inmensidad de emociones que siento y podría sentir por ella.

¿Realmente quiero a Kushida?

Esta primera pregunta, aunque parezca simple va más allá.

Ella si es especial para mi, haría cosas por ella las cuales no haría por otras personas y la preocupación que tengo por ella también es genuina.

¿Que siento por ella? ¿Es esto amor?

Seguía en el mismo lugar pero las ideas brotaban y no paraban así que para cortar el silencio moví mi cabeza un poco en busca de Kykyo y a la vez disfrutar de la noche.

Mi visión fue invadida por sus pestañas largas, su cara tan calmada, su cuerpo sujetado al mio, su brazos que se aferraban a mi con dureza, sus piernas casi encima de las mías y su cabeza pegada a mi pecho.

Podía sentir la atracción que emanaba de su cuerpo, todo alrededor de ella era para mi algo divino como si se tratase de la reencarnación de alguna pintura renacentista.

Kiyotaka, en que piensas, decian sus ojos que buscaban desesperadamente los mios.

Su mirada volvió aparecer en mi foco.

Sentia que debía hacer algo, pero otro beso no me parecía lo correcto.

Sujete su mano derecha, la eleve un poco, la acerque a mis labios y lé di un pico.

Sus ojos que un poco rojos por llorar empezaron a emanar aún más emociones.

Sentía la pasión brotar dentro de ella.

Pensaba en cómo sabía que hacer en cada ocasión.

Llegando a la conclusión de que o cada  movimiento que hacía era minuciosamente calculado o dejaba de pensar y me movía por la escénica de lo que era ella.

Llegando a la conclusión de que Kushida era la artífice principal de todo.

Yo no tenía idea de nada.

Yo no bailo con ella, ella baila con su reflejo.

Yo solo me convierto en lo que desea.

Yo soy su espejo.

Pero retomando el tema del amor no hay dudas de que la quiero, y hasta tal vez la deseo más de lo que pienso.

Pero no sabría precisar si estas emociones puedan definirse con amor.

Kushida tampoco sabe lo que siente por mi, sus besos tal vez puedan significar mas confianza que amor.

Mas aceptación que cariño.

-Kykyo, nos vamos a enfermar si seguimos aquí.

-¿Tan rápido te quieres ir? ¿Esta noche no te parece hermosa?-señalando hacia arriba mostrándome orgullosa los astros y el como la oscuridad lo ocultaba todo.

-Bueno quedémonos un rato, pero acércate un poco más a mi para que te llegue mi casaca.

Me hizo caso automáticamente y empezó a acercarse aún más.

Sus piernas ya estaban encima de las mías y sus brazos ya me tocaban.

¿Es esto lujuria o amor?

Tal vez no es lo uno ni lo otro. Esperar sería lo más lógico, pues este cariño se formó en base a las pequeñas convivencias.

El tiempo como con todo arte, tarde o temprano nos dirá lo que fue.

Seguimos un momento más juntos y luego cada uno regreso a su "tienda".