Capitulo 24: Que sera del mañana

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Punto de vista Kei Karuizawa:

Piernas arriba. Piernas afuera. Huir. Eso hacemos las valientes. Sangre. Dentro tuyo y mío. Ah, ¿Quién puede detenerme? Izquierda o derecha. Pastilla azul o roja. Ambas son iguales. Da igual. Da igual

-Deténganla- sonaba fuerte de mis perseguidoras que estaban en un pasillo perpendicular del que me encontraba

¿Quiénes son para perseguirme? Ellas son las víctimas. Mujeres peleando con mujeres. Yo también sufro. Yo también alce la mano. Mano con sangre.

Ya casi llegaba a un pasillo con algunas puertas para un salón central. Tal vez pocas personas estén ahí. Sucia y manchada.

-Karuizawa por acá.

Se escuchaba como un susurro débil pero fuerte a la vez.

De una puerta de las dos una que te llevaba al salón principal junto a otra que te llevaba al pasillo del cuarto de los hombres. De la última salía el pequeño sonido.

La puerta se abrió con fuerza y salió el brazo de un chico.

Era el malnacido de Ayanokouji Kiyotaka.

Agarrar su mano en mi estado me causaba un poco de nauseas así que agarre su muñeca y me empujo.

-Hiciste bien en guardar silencio, si no hubiera tenido que usar este trapo-dijo mostrándome un trapo blanco.

- ¿Qué haces acá? ¿Y qué quieres? -le dije con la voz entre cortada.

Sin darme cuenta puso el trapo cerca a mi boca. Callar. Es de sabios callar.

-Te dije que no hagas bulla y no tenemos tiempo. Entiendo tu caso.

¿Entiende mi caso? ¿Qué ha visto? ¿A quién ha visto?

-No no quiero hacerlo. He decidido ser yo- le respondí botando su brazo.

Señor autoridad. Pequeño dictador. Opresión de los dictados de un profesor.

-Luego hablaremos, solo debes correr a donde te digo.

¿Otra vez?

-No te confundas no te estoy salvando, solo necesito confirmar algo contigo.

Y esas fueron las últimas palabras que soltó antes de llegar a su cuarto.

Punto de vista Ayanokouji Kiyotaka

¿Qué hay de atractivo en lo normal? ¿Lo nuevo es bello?

Si tu vida está en lucha constantes de estímulos aprecias la paz y la tranquilidad. Alguien que tiene demasiada tranquilidad por muy dentro suyo desea la destrucción es una simple dualidad de la necesidad. Pero ¿Qué necesito yo? ¿Y porque traje a Karuizawa acá?

¿Ella es ese estimulo de diversión que busco? ¿Kykyo no es suficiente entretenida para esto? No, son distintas además es muy diferente lo que uno siente por las personas y sus juguetes.

Esto no tiene ningún tinte romántico, pero tiene un tinte bello y destructor. Ella es una obra trágica que acabo con la protagonista viva. Es una anatolia de su propia lógica.

¿Qué decirle? ¿Qué contarle?

-No tengo tiempo para esto Ayanokouji. Si deseas tener alguna conversación de té conmigo las puedes tener, pero en tus fantasías- dijo señalándome.

Ya no tengo el factor sorpresa de lado. ¿Debería arrastrarla a otro lado para que quiera escucharme?

-Karuizawa, primero como te lo dije entiendo por lo que has pasado y vi lo que te hizo el grupo de Manabe.

Classroom of the elite | Diario de un estudianteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora