Capitulo 25: Tú y yo

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¿Cuáles son los límites del servicio? ¿Hasta donde una persona puede llegar para complacer a su servidor? ¿Cuál es la diferencia entre un profesor y una prostituta? Obviamente la diferencia es clara, la intimidad sexual. ¿Pero que es mas intimo las ideas o el cuerpo? Si alguien me preguntara si tengo que salir desnudo o decir mis más íntimos pensamientos sin duda preferiría lo primero. ¿Y porque si uno paga un servicio de una prostituta se ve tan mal, pero en el caso de tener relaciones sexuales con extraños por alguna red social sin intercambio monetario no se ve tan mal? ¿El punto seria que en el primer caso no hay cortejo y en el otro para lograrlo sí? Servicio. Ser-vicio. Ser-vidumbre

-Aján, si ya se lo que voy a ordenar. Quiero un cappuccino y un croissant.

La posibilidad del servicio, solo es posible por un contrato de ambas partes. Tu prometes pagar por lo que ofrezco y yo ofrezco lo que esta estipulado en mi propio trabajo. Hay un secreto a voces. Siempre de arriba a abajo

-Mesero ¿Me escucha?

¿Ah? Sí, soy un mesero. Un servidor. Servidor de platos y tazas.

-Como le decía. Un cappuccino no con mucha leche, y el croissant de tamaño medio.

¿La que me habla? Kushida Kykyo. ¿Por qué estoy haciendo todo esto? Porque se molesto conmigo. Si. Me estuvo apretando los cachetes con sus dedos, hasta que cedi a su petición.

- ¿No desea algo más?

-No, realmente no deseo nada más.

Es raro como me habla. Me siento algo cohibido por su forma tan camaleónica de ser.

Me fui a "preparar" lo que me pidió, aunque en realidad ya lo tenia hecho. Eso íbamos a desayunar. La discusión fue porque en el examen del zodiaco le prometí cocinarle. Y no tengo problema con eso, pero quería que fuera todo el tiempo.

-Esta todo listo. Si tiene alguna necesidad más, no dude en llamarme.

-Si.

Ya me iba para quitarme el mandil negro, pero fui interrumpido por un pequeño sonido de tos falsa.

-Mayordomo quiero que me dé la comida.

-La comida ya se la di, señorita.

Kushida con una solemne delicadeza movió su brazo, agarro el croissant he hizo seña de tratar de ingerirlo acabando por usar su otra mano para señalar su acto y mi persona.

Me acerque, agarre una silla que estaba de manera perpendicular. Me senté a su costado y sujeté con suavidad su croissant. Ella cerro sus ojos, mostrándome sus pestañas. El croissant en mi mano se lo lleve lentamente en la boca y ella empezó a masticar de manera muy sugerente. Aunque tal vez esta última apreciación sea mía.

Digerido su comida, volvió a abrir los ojos e hizo una señal algo rara pidiendo bebida. Esta vez el reto era distinto, llevar un liquido para que alguien lo beba es muy distinto que algo sólido. Si derramo una gota en su cuerpo, no me imagino el tipo de castigo.

Agarre la taza del cappuccino y lentamente se lo lleve a los labios. Esta vez, Kykyo no cerros los ojos, sino que lentamente mientras bebía su cappuccino me miraba a los ojos.

Estuvo sorbiendo por un momento, hasta que se atoro.

- ¿Estas bien? En un momento te traigo agua.

-No, no es eso. Ah, espera.

Tosió un poco más y levanto su cara.

-Es solo que tu cara sigue igual de dura. Y pensé en las cabezas de pascua.

Creo que se refiere a unas estructuras de piedra en chile. Porque usaría una metáfora tan rebuscada

-Hay que practicar tus gestos. Es importante para el servicio, saber sonreír.

Classroom of the elite | Diario de un estudianteWhere stories live. Discover now