Cuando despertó, su visión era borrosa, pero podía distinguir una forma que la miraba fijamente. Parpadeó y se concentró en la forma que la miraba... Era ella misma.
Arrugó la frente, la confusión y el miedo se apoderaron de ella. "¿Dónde estoy? Pre...
Tres semanas después, Lena se sentó nerviosa a la mesa redonda. Kara estaba sentada junto a Lucy, que revisaba el papeleo para el traspaso de CatCo.
Llevaban casi dos horas sentadas en un silencio incómodo, ya que Lucy sólo hablaba cuando veía cosas en el contrato que no le gustaban, pero incluso entonces... Lucy sólo hablaba con el abogado de Lena. Kara se concentraba sobre todo en sus manos y, de vez en cuando, en el papeleo que Lucy estaba revisando.
Después de otros veinte minutos, Lena no pudo soportarlo más, y se dispuso a romper el silencio, pero antes de que pudiera, Lucy habló.
"¿Aquí dice que habrá una comisión de cierre de tres mil dólares?"
Lena se mordió el labio y asintió.
"Sí, es correcto".
Kara enarcó una ceja.
"Bueno, es un poco más de lo que esperaba, pero si muevo algunas cosas y retraso mis facturas un mes, creo que podré hacer hueco".
Lena frunció el ceño. No le gustaba la idea de que Kara pasara apuros económicos ni siquiera un día, y mucho menos un mes. Sabía que pronto Kara sería millonaria como ella, pero la idea de que Kara pasara apuros la inquietaba.
"N-no, puedo cubrirlo. No es un problema".
Kara frunció el ceño.
"No voy a aceptar la empresa sin más sin poner al menos un poco de mi dinero para ello. Quiero sentir que al menos he pagado algo, Lena".
Lena admiraba lo fuerte que Kara quería sentirse independiente, pero simplemente no podía superar el hecho de que esto haría las cosas difíciles para Kara durante un tiempo.
"Kara, por favor. No quiero que tengas dificultades".
Lucy interrumpió en ese momento.
"Si necesita algo, siempre puede pedírmelo". Ella gruño, terminando inmediatamente la discusión.
A Lena se le encogió el corazón, pero asintió y mantuvo la boca cerrada. Sabía que no le correspondía interferir. Si Kara quería pagar tres mil dólares, ¿quién era ella para impedírselo? Había perdido el privilegio de opinar en el momento en que le mintió a Kara sobre su secuestro.
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Treinta minutos más tarde, Lucy y el abogado de Lena salieron de la sala para repasar en privado algunos detalles antes de la firma final, lo que dejó a Kara y Lena solas. El silencio que reinaba entre ellas era ensordecedor y calaba en el alma de Lena.
"Te echo de menos" dijo por fin Lena.
Kara levantó una ceja.
"Creía que habías dicho que me dejabas marchar".
Lena se mordió el interior de la mejilla y asintió.
"Es verdad, lo estoy haciendo. Pero eso no significa que haya dejado de quererte Kara".
