Capitulo 2

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Un consejo


El silencio había conquistado por completo las calles de Seúl. Los automóviles y una suave brisa fresca eran lo único que se escuchaba vagamente en la zona, mientras que las tenues farolas apenas lograban iluminar los caminos transitados por miles de personas.

Taehyung disfrutaba de las noches oscuras, aquellas en las que el cielo se llenaba de millones de estrellas, recordándole lo vasto e infinito que era el universo y lo pequeños que somos en comparación a el.

Mientras las manos de su compañero recorrían su cuerpo, tratando de recuperar la sensibilidad y calmar su agitada respiración después de haber experimentado el mejor orgasmo de su vida, Taehyung contemplaba las estrellas brillantes y pequeñas que aparecieron sobre su cabeza como consecuencia de todas las sensaciones vividas en cuestión de minutos.

Agotado y con el cuerpo tembloroso por la intensidad del encuentro, Taehyung intentó levantarse con lentitud, tratando de llegar al baño lo más rápido posible. Sin embargo, sus piernas temblorosas no le permitieron dar más de dos pasos.

—Ten cuidado, dulzura—, le dijo Jungkook desde la cama. —No queremos ningún accidente cuando apenas hemos terminado la tercera ronda.

Taehyung se sonrojó visiblemente.

—¿Alguna vez te han dicho lo irresistible que te ves cuando te sonrojas?

—Detente.— respondió entre risas tímidas, como una colegiala enamorada.

—¿Estás seguro? No es exactamente lo que decías hace un rato.

—Basta, Jungkook, lo digo en serio.

—Está bien, dulzura—. concluyó levantando las manos en señal de rendición, mientras se acercaba al castaño que daba pasos pequeños, como Bambi en la película de Disney.

Pasó junto a Taehyung tambaleándose un poco mientras abandonaban la habitación con la intención de buscar otra bebida para él y su acompañante.

Con paso perezoso y chocando ocasionalmente con las paredes, vistiendo únicamente un boxer negro, avanzó por su casa hasta llegar a su destino y sacó una bolsa de frituras y otra botella de whisky de la alacena.

«Debo comprar más de estas», pensó haciendo referencia a la última botella de licor en su mano. «¿Cuántas nos hemos bebido en las últimas horas?»

Volviendo por donde había venido, regresó a la habitación donde encontró a Taehyung mirando su camisa hecha pedazos en el suelo.

Suspiró.

—Voy a compensarte por eso —dijo Jungkook, mirando el pedazo de tela sin botones en las manos de Taehyung—. Soy un poco impulsivo e impaciente cuando se trata de sexo. Me disculpo por eso, cariño.

Taehyung lo miró.

—No te preocupes, yo también hice algunos destrozos en tu ropa. No es necesario que pagues por ello, pero creo que necesitaré algo que ponerme por la mañana.

—La noche apenas comienza y tú ya estás pensando en irte. Eres malo, Taehyung. Tenía tantos planes para los dos.

Sirvió dos tragos más y se giró, entregando uno al contrario y dando un sorbo al suyo.

Mirándolo como un depredador a su presa, Jeon Jungkook levantó su mano con la intención de tocar ligeramente el cuerpo de Taehyung. La deslizó por el cuello del contrario, pasándola por las clavículas y el pecho hasta rozar intencionalmente uno de sus pezones erectos.

Tomó otro sorbo de su bebida antes de inclinarse para acercarse a su oído.

—Nos queda mucho tiempo hasta que amanezca, cariño. Permíteme disfrutarte un poco más antes de decir adiós.

Entre Notas y Pañales || KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora