Entre Notas y Pañales || KookV

Capitulo 4

Su hijo

Cinco meses más tarde.

Sentado en el suelo frío de su habitación y sosteniendo con ambas manos las pequeñas fotos de su ecografía de las 20 semanas, Taehyung no dejaba de observar con asombro la figura confusa y borrosa de la personita que habitaba en su vientre.

Le parecía magnífico pensar que esa pequeña cosita, que en su momento había sido tan diminuta como un maní, ahora medía veinticinco centímetros y pesaba doscientos ochenta gramos. Sin duda, sería un bebé grande y fuerte.

Poniendo una mano sobre su pequeña pancita, apenas visible bajo el holgado suéter que llevaba puesto, giró la cabeza hacia su mejor amigo, quien no dejaba de leer algo en su teléfono con un nivel de concentración que Taehyung nunca había visto antes.

—¿Qué tanto miras? —le preguntó al darse cuenta de que los ojos de su amigo no se despegaban de la pantalla y su expresión facial se descomponía poco a poco mientras leía—. Mimi, te estoy hablando.

Jimin finalmente giró hacia él, clavando la mirada primero en su amigo y luego en su pancita, soltando un largo suspiro mientras se ponía de pie y se acercaba a él.

—Estaba leyendo algo sobre alguien. Pero no creo que sea importante. Mejor hablemos de otra cosa.

Taehyung frunció el ceño.

—Pues no parecía algo sin importancia.

—Pero lo es, TaeTae, así que no hablaremos de eso —sonrió.

—Vamos, Mimi, dime qué estabas leyendo; sabes que no voy a dejar de preguntarte hasta que me lo cuentes.

Jimin lo miró fijamente, meditando si sería una buena idea contarle lo que había visto en aquella conocida revista de chismes que revelaba relaciones de grandes celebridades.

«Si no se lo digo, se enterará de cualquier manera», pensó.

—Está bien, Taehyung, te lo voy a contar, pero prométeme que no dejarás que te afecte. Sabes que llevas a alguien más dentro de ti que puede verse afectado por tus propias emociones.

—Vamos, Chimmy, ¿qué tan malo puede ser?

—Es sobre Jungkook.

Tae guardó silencio.

—Es un artículo de una revista —dijo, mirando a su mejor amigo e intentando ser lo más suave posible al elegir meticulosamente sus palabras—. Dice que al parecer han visto a Jungkook caminando por las calles de Tokio con una chica de la mano, y que llegaron a Seúl hace dos días. Además, según los rumores, fueron vistos subiendo al mismo vehículo.

Taehyung se quedó helado. Jungkook, el padre de su bebé, tomado de la mano de otra chica. No sabía por qué, pero solo la imagen mental le provocó náuseas.

—¿Estás bien, TaeTae? ¿Te sientes bien? —preguntó Jimin preocupado por su mejor amigo, que parecía haberse desconectado del mundo.

—Creo que voy a vomitar.

Y lo siguiente que Taehyung vio fue cómo su habitación comenzaba a girar ante sus ojos, mientras Jimin corría rápidamente al baño en busca de algo para que su amigo pudiera deshacerse del contenido de su estómago.

—Vamos, Tae, respira despacio —intentó ayudar Jimin desde el suelo, pasando una mano por la espalda del castaño mientras este intentaba detener las fuertes arcadas.

Finalmente, cuando cesaron, Taehyung logró enderezarse poco a poco con la ayuda de Jimin para poder levantarse y dirigirse a su cama.

Dicha revelación no le había sentado nada bien al pobre Kim.