Capítulo 4

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CAPÍTULO 4: COINCIDENCIAS.

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Hubo un momento de silencio en la mesa mientras comían, compartiendo el silencio, no fue incómodo sino todo lo contrario; el alfa emitía un aura agradable y confiable pero al igual que Wei Wuxian parecía estar algo zafado.

— ¿Cómo es tu Omega? — Wuxian pregunto metiendo comida a su boca.

El alfa bebió del licor y suspiró pesado.

— Es muy hermoso, es estricto, pero llevadero, siempre es serio pero también es cariñoso; se rige por las reglas y no deja pasar nada, ni a mí ni a nuestro cachorro. — bebió más licor.

Los tres omegas compartieron una mirada.

— Se parece a mi alfa. — río Wuxian — ¿Qué dices de tu suegro? — no esperaba mucho de esa respuesta.

Volviendo a dar un suspiro lastimero respondió.

— Ese viejo apestoso me odia. — Murmuró.

Wuxian suspiró con él bebiendo del licor.

— El mío igual, dice que soy una mala influencia para mí alfa.

Jiang Cheng y Huaisang guardaron silencio viendo al alfa y omega lamentarse y quejarse.

— ¿Y a ti porque te odia? — preguntó Wen Kexing.

— Porque manipuló la energía resentida y un par de muertitos. — lleno su copa.

Wen Kexing lo vio con los ojos entrecerrados, esa información le sonaba de algún lado.

— ¿Qué pasa de tu alfa? — preguntó curioso.

Wuxian hizo un puchero.

— Mi alfa es igual a tu omega, estricto pero llevadero, amoroso y frío a la vez. — suspiró recordando a su bello alfa — Pero todavia no me perdona por lo que hice hace tiempo. — suspiró.

Kexing lo vio interrogante, no todos los días se encontraba con un omega parecido a él.

— ¿Qué hiciste? — terminó de comer.

— Me lance de un acantilado. — Kexing abrió los ojos.

— ¿Qué? ¿Tú también? — se rió.

Wuxian lo miro confundido.

— ¿Lo hiciste tú también acaso?

Kexing asintió aguantando una risa.

— Todas las sectas se unieron para darme la muerte. — río ante el recuerdo — Detrás de mí había un acantilado y me tire para simular mi muerte.

Jiang Cheng y Huaisang estaban anonados, estos dos tenían una vida tan similar que podrían ser el reverso del otro pero en diferentes castas.

— ¿Por ser el origen del mal? — preguntó Wuxian y Kexing asintió — Gente de poca fé, siempre echando la culpa a otro para aliviar sus remordimientos.

Kexing asintió de acuerdo.

— ¿Tu alfa se puso de tu lado?

Wuxian dudó unos minutos.

— Intento hacerme razonar, más no pudo y me aventé a lo desgraciado, pero antes de eso sí, era tan feroz. — suspiró enamorado ganando una risa del alfa.

Jiang Cheng sonrió de lado.

— ¿Hace un momento no decías que era un mal alfa?

Huaisang asintió.

— ¿Qué no se ponía de tu lado? — Wuxian los calló.

Continuo bebiendo.

— ¿Sabes dónde hay una posada? Los de aquí son bastante discriminatorios, peor que en los pueblos de Yiling.

Algo en el cerebro de Wen Kexing hizo clic al escuchar ese nombre, acomodando la información que el omega frente a él le había dicho, si todo eso era cierto. Entonces este omega es...

— ¿Eres el famoso Patriarca de Yiling? — los omegas dejaron su riña y vieron a Wuxian esperando que responda.

Lo pensó unos minutos.

— Si, ¿También quieres matarme? — mostró a Chenqing en amenaza y él negó.

— Mi omega a veces habla de uno de los omegas que hizo temblar a todos los clanes juntos, el que desapareció por tres años con la idea implantada de estar "muerto". A'Xu te admira demasiado. Un omega contra tres mil hombres, no es broma.

Jiang Cheng y Nie Huaisang sonrieron orgullosos.

— Podrías venir a mi valle, a mí Omega le gustará conocerte. Así quizás se le baje el enojo.

Los tres aceptaron, no tenían dónde pasar la noche y como se podía ver las posadas eran exigentes con las castas, una verdadera molestia para ellos.

En el camino no hubieron altercados por lo que llegaron rápidamente al valle que para sorpresa de los omegas, era el temido valle fantasma.

— ¿Eres el jefe del valle? — preguntó Wuxian arqueando una ceja.

Wen Kexing asintió.

— No hay lugar más seguro que esté, claro, antes de que los insectos de las sectas vinieran a exterminarme y mi A'Xu me defendiera. — inflo el pecho orgulloso.

Las puertas fueron abiertas y un Omega estaba parado dentro, por sus feromonas estaba molesto.

— Lao Wen, ¿Y mi colección de vinos? — el alfa sudó frío.

— Chengling debe saber, A'Xu. ¿Por qué me preguntas a mi? — retrocedió.

Pero antes de seguir interrogando a su alfa, vio a los tres omegas que lo acompañaban pero solo uno llamo su atención.

— ¿Eres el patriarca de Yiling? — Wuxian asintió.

Rápidamente les dieron una cálida bienvenida para quedarse en el valle por tiempo indefinido.

Aunque Wei Wuxian, Jiang Cheng y Nie Huaisang esperaban a qué sus alfas les buscarán, su huelga y su fuga no fue para nada.

Omegas en fugaWhere stories live. Discover now