Capítulo 5

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CAPÍTULO 5: ¿TU TAMBIÉN?

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En Qinhe Nie.

Wangji se quedó unos días en la residencia de los Nie intentando buscar alguna nota de su amado omega pero no hubo nada, ni siquiera un rastro de su aroma; aunque usando la lógica, si hubiese rastro de su aroma hace tiempo hubiera desaparecido; ya pasó una semana desde que llegó y aún no tuvo suerte.

Extendió su mano tocando la cama donde había dormido (o eso le habían dicho los sirvientes) Wei Ying, y aún habia un pequeño rastro (por no decir diminuto) de su olor, metió la mano debajo de la almohada y sintió algo, un papel.

Con prisa lo saco y vio que era uno de los muñequitos que usaba su amado para hacer bromas, en el momento en que lo agarro cambió a un color dorado y se acercó a su hombro.

"Alfa mío, ¿Ya te sientes más sobrio? Me fuí para educarme, ya que soy alguien sin educación no creo pertenecer a Gusu; dónde hay tantas personas con buena educación. Y yo, un simple Omega puro que controla tiezos, las malas vibras y... Y no se que más, espero comprendas y no te enojes, que si te enojas te saldrán arrugas (obvio no porque eres inmortal mi amor); por si quieres saber, mis hermanos y yo nos vamos lejos, lejos de aquí. Hasta en otro momento alfa mío."

El papelito perdió la 'conciencia' que había adquirido gracias a la energía de Wei Ying.

Se lamentó de haberle dicho aquello esa noche, no lo hizo con mala intención, lo dijo solo porque a su tío no le gustaría que hiciese algo más.

«¿Desde cuándo importa lo que el viejo diga? Desafiamos a todos los clanes una vez solo por no volver a perder. ¿Tienes miedo de lo que diga ese viejo?» Wangji se sintió mal.

La imágen de su Omega frente a él hizo que perdiera el sentido de la realidad.

"Lan Zhan, ¿Recuerdas cuando lancé del acantilado? Preferí morir antes que seguir causando problemas. ¿Verdad? Porque todo señalaron mi existencia como la reencarnación del mal, cuando volví y me defendiste de toda esa pandilla de viejos que usan su mejor arma <envenenar> mediante palabras." Si bien sabia que era una alucinación.

Seguía siendo su Omega, sin importar lo que hubiera pasado antes; siempre confío en él y era verdad.

"Siempre fuiste tú quien confío en mí. ¿Verdad Lan Zhan? Sin importar que toda esa gentuza me haya tachado de asesino, traidor y de más basura que se inventaron." Wangji sintió su corazón encogerse "Para una situación así solo tocó la muerte."

Moviendo la cabeza para borrar esa imagen mental que se había hecho de su amado Omega, estaba listo para continuar su marcha hacia el siguiente clan: Lanling Jin, dónde estaba la hermana mayor de su Omega.

— Hanguang-Jun, hay una persona preguntando por usted. — entro un sirviente llamando la atención de Wangji.

"¿Podría ser Wei Ying?" Ante la sola idea salió a paso apresurado a la entrada de la fortaleza de los Nie, su corazón estaba preocupado.

[...]

En todo el transcurso hasta la fortaleza Nie, Lan Xichen estuvo pensando minusiosamente que es lo que habia hecho mal para que su prometido (Jiang Cheng) se marchara sin decir nada.

Mentalmente se hizo una nota de lo que posiblemente Jiang Cheng le diría si lo viera.

"Xichen, ¿Crees que con solo dos permisos de licor al mes es suficiente? No sé cómo Wei Wuxian soporto 16 años casado con Lan Wang Ji." Se quejo a sus adentros ante esa nota imaginaria de su futuro Omega.

— ¿Xichen? — la voz de su hermano menor lo saco de sus caóticos pensamientos.

Se giró y vio a su hermano con el mismo aspecto que él tenía, debajo de sus ojos habían unas pequeñas bolsas oscuras en señal de haber pasado demasiadas noches en vela.

— ¿Sabes algo de Jiang Cheng? Me dijeron que se fue con el joven señor Wei. — termino de decir cuando un hombre con cadenas cayó frente a ellos.

Voltearon a ver quién era y no era más que el prometido de Nie Huaisang: Wen Qionling, o como Wei Wuxian le decia a menudo, Wen Ning.

— ¿Sabes algo de Huaisang? — los tres se vieron entre sí.

Si nadie de ellos tres sabían dónde estaban sus omegas.

¿Dónde carajos estarían?

Lo único que les vino a la mente fueron la palabras que pronunció Xichen.

— ¿Tú también? — dijeron a la vez.

Si antes estaban preocupados, y haciendo una búsqueda minuciosa; claramente tendrían que hacer equipó para encontrarlos.

Omegas en fugaWhere stories live. Discover now