Capítulo 7

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CAPÍTULO 7: RECONSILIACIÓN

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Al llegar al valle fantasma los chicos entraron, cada uno exploro el lugar con una mirada; habia un sin fin de aromas en el lugar, algunos alfas, omegas y betas de bajo rango espiritual; los chicos se percataron de varias chicas que usaban vestidos rojos y los veían con una sonrisa timida.

Ellos notaron como se pusieron nerviosas y se marcharon, sus narices percibieron el aroma de sus omegas algo agrió; estaban celosos y molestos, sus alfas estaban orgullos de haber logrado una reacción en ellos.

— Lan Zhan. — Wei Ying se dio la vuelta y encaró a su alfa.

Los otros cuatro se retiraron, Wuxian agarro la mano de Wangji y lo llevo cerca del acantilado: donde Wen Kexing se habia lanzado para simular su muerte.

Por instinto, Lan Wangji atrajo a su omega y lo vio afligido.

— Lan Zhan, no estoy tan loco como para volver  a tirarme por un acantilado. — rió alejandose.

Aunque a Wangji no le hizo gracia, le permitio la distancia.

— Tengo a mi cachorro esperando... — vio a Wangji — Y a mi alfa buscandome como loco. ¿Por qué querria morir? — hicieron contacto visual.

Wangji sentia un nudo en la garganta.

— Si es así... ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué nos dejaste? — estaba tranquilo, pudo decir esas palabras sin llorar.

Wuxian suspiro y se acerco a su alfa.

— Fue inmaduro, lo sé. — beso sus labios — Solo necesitaba despejar mi mente. — volvió a besarlo. — ¿Me perdonas? — le sonrió.

Wangji vio a Wuxian a los ojos y asintió torpemente, Wei Ying sonrio más y se lanzo sobre el; ambos cayeron al suelo.

— Te extrañe, alfa tonto. — sonrio contra sus labios y gruño adolorido cuando Wangji mordio sus labios — ¿Y eso porque? — se quejo.

Wangji le sonrio y lo abrazo por la cintura volviendo a unir sus labios, sus manos se posaron  sobre la cintura del omega, Wuxian se tensó y luego se relajo.

— ¿Extrañaste a este omega alborotador? — Wangji asintió — ¿Cuanto?

— Mucho. — volvio a besarlo — ¿Quieres otro cachorro? — murmuro lamiendo la marca que portaba Wangji en el espacio del cuello y el hombro. 

Wuxian rio divertido.

— Si, pero en casa. — lo beso de nuevo restregandose contra él — No es de buena educación hacer cachorros en casa ajena. — Wangji gruño.

— Cierto.

Ellos ya se habian reconciliado, fue más facil de lo que se esperaba; Wangji ya habia preparado una bodega repleta con Sonrisa del Emperador en su casa.

Por otro lado... ¿Cómo estara Xichen y Wen Ning?

[...]

A diferencia de la anterior pareja, Jiang Cheng se hizo de rogar.

— A-Cheng, no te enojes. Prometo que podras ir a beber con el señor Wei. — Xichen le tomo de la mano pero Jiang Cheng la quito rapido.

Bufo y se dio media vuelta, evitando que le viera la sonrisa que se le habia formado en el rostro.

— ¿Si digo algo fuera de lugar, diras que soy maleducado? — sentía curiosidad.

Debia saber si su alfa seria igual de estricto que su cuñado (Lan WangJi), Xichen guardo silencio.

Jiang Cheng se dio la vuelta con una ceja arqueda.

— ¿No? ¿Verdad? — su expresión cambio a una incrudula.

— Uhmmm. — ahora el que desvio la mirada fue Xichen.

Tragando grueso, Jiang Cheng se levanto.

— Entonces. ¡Al diablo! No me casare, busca a alguien más para el puesto. — se escuchaba herido.

Xichen no sabia que decir, solo tomo su mano; le hizo que se sentase de nuevo y lo vio a los ojos.

— No puedo hacer nada aún, pero prometo hacer lo posible para que Receso en las nubes sea comodo para tí; así como Wangji hace lo que sea por la comodida para el joven señor Wei, yo haré lo imposible para que sientas que Receso en las nubes es tu casa también.

Jiang Cheng se sintió conmovido y asintio de acuerdo.

— Si me impiden salir con Wei Wuxian me escapare de nuevo, no es una amenaza Lan Xichen; es una advertencia. — Xichen asintio con una sonrisa.

— Lo que quieras. — sonrió.

Los chicos salieron a caminar y se encontraron con Wanji y Wuxian.

— ¿Se reconciliaron? — asintieron — Eso es bueno. ¿Huaisang y Wen Ning? — Jiang Cheng se encogio de hombros.

— Le deseo buena suerte a Wen Ning. — dijeron Jiang Cheng y Wei Wuxian a la vez.

Jiang Cheng fruncio el ceño.

— ¿Por qué me copias? — vio a Wuxian.

— ¿Copiarte? ¿Yo? Fuiste tú. — le saco la lengua.

Los alfas sonrieron al ver  a los omegas felices y a su lado.

Ahora solo faltaba Wen Ning ganandose el perdón de su amado y lujoso omega.

Omegas en fugaWhere stories live. Discover now