VIII

2.1K 177 179
                                    

—¿¡Quién mierda te hizo esto?!

Los ojos de Sanemi no pueden mostrar más asombro ante lo que ve. Esperó encontrar muchas cosas pero no algo así en el cuerpo de Obanai, observarlo lo hacía sentir totalmente asqueado, las marcas, las mordidas... Eran demasiadas.

—Nemi, Giyuu y yo tomamos un poco cuando estuvimos descansando en la cabaña —Declara por fin —Aunque no un poco...

Tomioka se levanta del suelo rápidamente y trata de acercarse a ambos pero Obanai le indica que se quede ahí.

—Salimos y nos separamos cuando bebimos, nos perdimos, fue mi irresponsabilidad tomar tanto sabiendo las consecuencias, después me desmayé en un callejón y cuando desperté ya estuve así, Kaburamaru estuvo cuidándome de demonios pero lamentablemente estuvo lejos. Giyuu se siente culpable de lo que pasó y por eso no quería que tú te enteraras. No es su culpa, yo ofrecí el tomar así que fue mi error, siento si te hicimos sentir mal, no buscábamos esto...

Sanemi no sabe como reaccionar al escuchar tremenda estupidez y Giyuu sólo muestra una expresión asombrada. No podía creer todo lo que Obanai acababa de crear para no delatarlos.

Está agradecido, a pesar de lo que le hizo no estaba culpándolo y encima se tomó el tiempo de mentir con eso. Su corazón al fin puede dejar de latir con fuerza y se calma, pensó que todo se arruinaría pero no fue así, definitivamente le debía una.

—¿En serio? —El albino suelta una risa incrédula dejando de tomar las prendas de su compañero —¿Y si un demonio te hubiera encontrado? ¿¡No pensaron en las consecuencias?! ¡No me jodan, son pilares!

—Fuimos irresponsables, lo siento.

—¿Pero estás bien? ¿No te duele algo? —Sanemi empieza a acomodar de las ropas de Obanai algo apresurado mientras este sólo desvía la mirada —Perdón, ustedes hacen que me descontrole, maldición.

—No me duele nada, sólo que no puedo estar con Mitsuri teniendo esto en mi cuerpo, se siente horrible...—Agacha su mirada —Soy un pilar y aún así me veo como un completo estupido, lo siento... —Kaburamaru sigue observando al albino molesto, no le gusta ver que su amo se sienta de esa forma y que él haya sido tan brusco —Quisiera pasar esta tarde lejos de aquí... Aunque no quiero estar sólo...

—Claro, Giyuu ¿Vienes?

—No... Con Giyuu no, quiero que él vaya a decirle a Mitsuri lo que pasó ¿Puedes? —Le dice observándolo y se acerca a él dejando atrás al albino —Dile lo que dije —Susurra —Cuento contigo para no quedar mal.

—Te debo una Obanai, perdón —Contesta en voz baja igualmente y sale corriendo de ahí —¡Vayan con cuidado!

Espera que con eso, las cosas puedan volver a la normalidad.

Giyuu ahora tiene que hacer bien su trabajo así que en algunos minutos llega a la finca de Rengoku, dónde supone, Mitsuri y él estarían. Toca la puerta algo temeroso y a los segundos logra ver a Rengoku abrirle notando su mirada furiosa.

—Disculpa, no quiero interrumpirlos pero necesito decirles lo que realmente pasó ¿Puedo?

—¿No sería ese el trabajo de Iguro? ¿En serio es tan cobarde?

—Sé que debe ser así pero tenía algo que hacer ahora y me dijo que les explicara antes, él hablará después.

Rengoku lo observa unos segundos más notando cierta desesperación y opta por aceptarlo —Está bien, explícanos pero no nos mientas ¿Sí? Sé que son mejores amigos y que se pueden incubrir cosas pero esto dañaría tanto a Mitsuri como a mi, y no me gustaría tener que golpearlos ¿Bien?

El hilo rojo de Obanai [ SaneGiyuuOba ]Where stories live. Discover now