Un Nuevo Mundo

[Arco 2] Capitulo 16 - Operación Brecha

"Perdonar a los terroristas es cosa de Dios, enviarlos con él es cosa mía"

                                                                                                       Vladimir Putin

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Reino de Ilum, Capital Castrum, calabozos del castillo real

Los calabozos oscuros y húmedos se extendieron bajo el imponente castillo del antiguo Rey de Ilum, donde los cuatro diplomáticos imporianos cautivos esperaban novedades con una mezcla de paciencia y ansiedad. El sonido de las cadenas arrastrándose y los susurros de los prisioneros llenaban el aire cargado de desesperación.

Los calabozos no poseían ninguna ventana que diera al exterior por lo que habían perdido la noción de cuánto tiempo había pasado, también habían sido despojados de sus ropas y accesorios como relojes o celulares.

El aire estaba inundado por el hedor de la sangre y la putrefacción, hedor que mayoritariamente venía de soldados de Ilum que habían sido heridos y posteriormente encerrados allí tras la feroz conquista que el Reino de Shamas llevó a cabo.

Súbitamente una luz parpadeante iluminó de forma leve y débil la escena.

En medio de la penumbra se escucharon los pasos pesados de un guardia acercándose, el tintineo de las llaves del carcelero anunció su llegada mientras abría una pequeña ventana de la celda.

En silencio, y de forma lenta colocó varios tipos de platos y los deslizó hacía el interior.

Los cuatro corpulentos hombres se acercaron cautelosamente a las bandejas, alertas ante cualquier sorpresa que pudieran recibir por parte de sus carceleros.

Los cuatro hombres se miraron entre sí antes de que uno de ellos se acercará a la brecha que permite el ingreso de luz y tomará los platos.

A primera vista las raciones eran escasas y la comida parecía poco apetitosa. Había trozos de pan duro y rancio, un poco de queso mohoso y un escaso puñado de verduras marchitas.

Uno de los hombres, llamado Richard, decidió aprovechar la oportunidad para entablar una conversación con el guardia y tratar de obtener información. Se adelantó hacia la pequeña ventana y miró al guardia con determinación.

"Buen guardia, ¿podría usted decirnos qué ha ocurrido? ¿Por qué estamos encerrados aquí?" El guardia, un hombre rudo con una armadura gastada y abollada, lo miró con desdén antes de responder.

"Habéis sido capturados por el ejército de su Majestad el Rey Morvath II, ejército al mando del Mayor Lirien, Jefe del Ejército de Conquista de su Majestad. Está nación bárbara ha sido invadida y vosotros como al haber sido capturados entablando relaciones diplomáticas con nuestro enemigo son considerados enemigos. Vuestro Rey, debe de decidir el futuro de su país y de vosotros"

"¿Qué intenciones tiene el Mayor Lirien con nosotros? ¿Espera algún tipo de rescate o negociación?"

"Eso está por verse. El Mayor Lirien ha enviado un mensaje a la capital, esperando su respuesta. Solo su Majestad tiene la autoridad para decidir vuestro destino. Por ahora, seréis retenidos aquí hasta que se reciba una respuesta adecuada" Richard asintió con comprensión, pero aún tenía muchas preguntas sin respuesta.

Sin embargo, sabía que debía esperar la respuesta del rey enemigo antes de poder obtener más información.

El guardia, sin mostrar ningún signo de empatía, cerró la ventana y se alejó, dejando a los diplomáticos sumidos en sus pensamientos. La incertidumbre se apoderó de ellos mientras comían las raciones que les fueron entregadas.