Capitulo 5 Una Noche

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Darien sé debatía sí llevarla a un hotel o a su casa, nunca llevaba a sus conquistas de una noche a su casa, una ley qué tenía Darien y Zafiro, las mujeres siempre se ponía histéricas, y al parecer po qué les brindaba una gran noche, sé creían con derecho sobre ellos, pero por alguna razón Liz sé había ganado su confianza en ese aspecto, no parecía una mujer qué se iba a enamorar en una noche, ni haría un escándalo, cuándo lo viera con otra, así qué por primera vez llevó una conquista de una noche en su casa.

-¿Qué es esté lugar? - preguntó Serena incrédula, no imaginaba qué la fuera a llevar a su casa.

-Mí casa - dijo Darien alzándose de hombros, Serena lo miró sorprendida, por lo qué Darien sonrió.

-Pensé qué me llevaría a un hotel - cuestionó Serena.

-Eso pensaba hacer, pero la verdad te has ganado mí confianza, no pareces paranoicas qué sé enamora de una noche, o qué harán un escena sí me ven con otra, así qué dije por qué no - respondió Darien .

-Bien, piensas bien, por qué no me considero ese tipo de mujeres - ambos se miraron a los ojos.

Darien miró los ojos de Serena y luego los labios, tenía un color natural, era perfecta, toda ella era perfecta y su sabor adictivo, sín poder aguantar un minuto más, levantó su mano y la colocó detrás de la nuca y la atrajo hacía él, para besarla cómo hacía minutos atrás, Serena lo aceptaba gustosa y eso le encantaba.

-Vamos a dentro, por qué sí no te voy a coger aquí mismo - dijo Darien y Serena con una sonrisa pícara lo soltó.

-De acuerdo - dijo Serena antes de bajarse del auto - ¿Quién vive contigo? - preguntó Serena una vez fuera mientras respiraba aire fresco.

-Vivo sólo, bueno con mí nana, ella quiso venirse conmigo cuándo quise independizarme, y uno qué otro empleado - Darien la agarró de la mano, y la llevó hasta el interior de la gran mansión - Pero no te preocupes, a está hora nadie va a molestarnos - dijo Darien suavemente.

Una vez qué entraron, no pudo evitar pegarla contra la puerta qué había cerrado, en un ágil movimiento qué la había dejado sín aliento, Darien la besaba cómo había hecho en toda la noche, con arrebató, con pasión, incendiándole la piel con cada rose, cuándo sus pulmones le pedían oxígeno la soltó, ambos jadeaban y sé miraban a los ojos.

-Es hora de tu primer órgano, y hacer lo qué tantas ganas he tenido de hacer, desde qué te ví con ese maldito vestido - sín darle tiempo a responder Darien volvió a besarla pero está vez más lento y más sensual.

Para luego pasar a la barbilla, saco su lengua y recorrió el cuello con ella, para luego repetir pequeños chupetazos, Darien empezó a descender y luego hasta los pechos de esa mujer, los cuáles mordía y chupaba por encima de la ropa, mientras qué Serena lo único qué podía hacer era gimir de placer, él bajó un poco más y llegó al ombligo, la miró con una risa ladeada antes de ponerse de rodilla, besó las piernas de Serena lentamente, intercambia sus labios por la legua hasta qué llegó al centro del placer de esa preciosura de mujer qué tenía enfrente, con su nariz olfateó, antes de pasar la lengua por encima de la tangan.

-¡Oh... Por... Dios! - exclamó Serena.

Darien con una mano de sus manos, le bajó la tangan, primero lo sacó de un pie, e hizo lo mismo con el otro pie, pero antes de qué esté lo pusiera en el piso, Darien colocó el pie sobre uno de sus hombros desde ese punto, podía oler, ver y saborear a su gusto, cuándo Serena pensaba decirle decirle qué diablo estaba viendo tanto, Darien sé lanzó por esa fruta prohibida, por esa fruta qué lo tentaba, empezó a succionar y a chupar todo su centro, y llegaba hasta su trasero, Serena sentía qué en cualquier momento podría caerse, qué iba a explotar en mil pedazos, nunca había sentido algo parecido.

ENAMORADO DE ELLA Where stories live. Discover now