dieciocho

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Maratón 4/7

Una vez Jungwon llegó a casa, se encontró con sus padres esperándolo.

Por un breve instante, pensó que iban a regañarle porque reprobó el examen de Álgebra y que llevaba ocultando durante todo el semestre. Estaba listo para romper a llorar y pedir perdón por haberle ido mal en el examen, hasta que su mamá habló.

―Jungwon, ¿cuándo traerás a Heeseung a la casa?

Jungwon hubiera preferido que le hablaran de su calificación.

Miró hacia ambos lados de la habitación, buscando la mejor forma de huir de allí. Sin embargo, sólo se quedó pegado en el sillón.

―¿Traerlo? ―preguntó, con los labios temblando―. ¿Y para qué?

―¡Cómo que para qué! ―farfulló su padre―. ¡Para conocerlo! ¡Quiero conocer a mi yerno!

―¡Pero es una pantera! ―explicó Jungwon―. ¡Ustedes van a asustarse!

―¡Qué dices, no somos conejos, Wonie! ―regañó su madre―. Está bien que seamos animales presa, pero no le vamos a tener miedo a tu novio. Ya es momento de conocerlo, no es justo que sus padres te conozcan y nosotros no

Jungwon no pudo convencerlos para retroceder, entrando en pánico porque no estaba preparado para ello. Apenas pudo con el hecho de haber conocido a los padres de su novio, ¡y ahora esto! Esto no podía empeorar, ¡era la tragedia más grande de su vida!

No, esa tragedia fue cuando llegó al colegio el día siguiente, deprimido, y a la clase de Literatura llegó un nuevo estudiante que Jungwon conocía muy bien. Perdió el color de la cara, espantado, y quiso hundirse en su asiento cuando reconoció el rostro de Han Jisung, el nuevo estudiante, entrando por la puerta.

¡No era posible!

―¿Wonie? ―preguntó Sunoo, cuando le vio el rostro descompuesto

―¿Ese no es Jisung? ―farfulló Jake, mirándolo.

―¡Sí! ―susurró Jungwon, frenético.

―¿Y quién es Jisung? ―siguió preguntando el híbrido de zorrito.

Jungwon no quería hablar de ello, porque era una de las peores cosas que le pasó en la vida. De sólo recordarlo, se podía poner a llorar por la angustia.

Cuando el timbre sonó para ir al recreo, Jungwon recogió sus cosas y salió casi corriendo, con sus amigos yendo detrás. Se abrió paso entre la multitud de personas, hasta el salón de clases de Heeseung, y pegándosele casi enseguida cuando salió. La pantera soltó un ruido de sorpresa ante el sorpresivo gesto.

―¿Woniewonie? ―preguntó, atónito.

―Te necesito ―lloriqueó, haciendo un puchero y sin soltarlo.

Heeseung no preguntó, sólo le devolvió el abrazo, llevándolo al patio

Allí, Jungwon se lo explicó a medias, con la voz temblorosa. Han Jisung era un híbrido de ardilla, como él, sólo que un alfa. Cuando Jungwon tenía diez años, fue a un campamento de híbridos herbívoros, el mismo campamento en el que se perdió y terminó en medio de una tormenta en el bosque.

Sin embargo, ese no fue el único hecho traumático que vivió. El otro, incluía a Han Jisung.

A Jungwon le gustaba Jisung, lo encontraba una ardilla alfa muy fuerte y protectora. Era bonito y su aroma a avellanas le gustaba mucho a Jungwon, así que no pudo evitar generar una atracción unilateral por el chico.

A esa edad, Jungwon no tenía muchos amigos. En realidad, Jake era el único que tenía, pues el resto de los chicos, o lo ignoraba, o se reía de él por estar un poco rellenito. Por lo mismo, admiraba de lejos a Jisung, que además era muy divertido y conocido entre el resto de los híbridos del campamento. A Jungwon le gustaba tanto, que en una actividad de manualidades que hicieron, le escribió una bonita carta donde le declaraba sus sentimientos, con la esperanza de ser correspondido. Después de todo, ambos eran ardillitas y tenían la misma edad, ¡era lo ideal!

Wild Chipmunk [Heewon]Where stories live. Discover now