Diecinueve

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Maratón 5/7

Heeseung nunca se caracterizó por ser un chico que se preocupara especialmente por la forma en que lucía, ni mucho menos que tomara en cuenta los dichos de otras personas acerca de él o su relación con Jungwon.

Pero los últimos días, una horrorosa e intensa idea pareció asentarse en su cabeza, y no había forma de que se la quitara de allí.

―Oye, ¿crees que soy guapo?

La pregunta tomó por sorpresa a Jay, que le contempló a través del reflejo del espejo. Heeseung no pudo con la vergüenza y terminó por desviar su vista.

―¿Qué? ―barboteó Jay―. ¿Esto es una pregunta con trampa?

―¡Es una pregunta seria! ―farfulló Heeseung.

Jay seguía luciendo poco convencido de sus palabras, pero sólo terminó por suspirar, sacudiendo su cabeza.

―Claro que eres guapo ―le dijo Jay ―, es decir, eres mi primo. No más que yo, pero...

―¡No estoy bromeando, hámster de pacotilla!

Jay bufó.

―¿Estás teniendo inseguridades con Jungwon? ―preguntó en cambio, y Heeseung se encogió en su lugar―. Bah, no te preocupes, Gigi. Jungwon está loco por ti.

―¡No me digas Gigi! ―omitió el ‹‹sólo Wonie y mi mamá pueden decirme así››, ya que alcanzó a callar a último momento.

Molesto consigo mismo por lo que acababa de hacer, salió del baño ignorando los cuestionamientos de Jay. No sabía por qué, pero se había estado comportando muy nerviosamente los últimos días, y eso también ponía de los nervios a Jungwon. Más que eso: le provocaba un montón de inseguridades, y lo que menos quería era eso.

Tomó aire para tratar de calmarse un poco, y aprovechando que era almuerzo, fue en busca de Jungwon al comedor. Sin embargo, lo que debió convertirse en un momento de calma se transformó en furia contenida al ver a Jisung cerca de su novio. Pero le sorprendió un poco ver que Jungwon no se veía nervioso, ni asustado, ni temeroso. Parecía... bastante tranquilo.

Sintió un retorcijón en su estómago al ver la bonita pareja que hacían: ambos ardillitas, con esas esponjosas colitas alzándose y sus orejitas aplastadas contra sus revoltosos cabellos. Estaba seguro de que, si se acercaban un poco más, sus colas formarían un corazón. Casi sintió como le salió un tic ante esa visión.

―¡Heeseung! ―gritó Jungwon al verlo, y le levantó la mano. Jisung le miró con el ceño ligeramente fruncido, pero la pantera corrió a agarrarle la mano a su novio―. Jisung me estaba invitando al parque de diversiones mañana.

Tuvo que haber puesto una cara horrible, pues la ardilla alfa soltó una risa forzada, como tratando de restarle importancia a sus palabras.

―Bueno, no tan así ―se apresuró en decir Jisung―. Es decir, nos han asignado un trabajo junto, ¿cierto, Wonie?

¿Wonie? ¿Quién se creía ese idiota para decirle de esa forma a su bebé? Ese cretino se estaba ganando un puñetazo

―Um, sí ―por primera vez, vio un brillo de inseguridad en los ojos de Jungwon―. La profesora de biología nos ha pedido hacer parejas con especies iguales o similares a la nuestra, para ver el tema de la alimentación y nutrición o algo así...

Heeseung no entendía de qué le estaba hablando, pero lo único claro que podía sacar de eso es que el idiota de Jisung estaba lanzándole miraditas a su novio. ¿Acaso creía que no lo podía ver? Era como si se lo quisiera comer con la mirada. Imbécil.

Wild Chipmunk [Heewon]Where stories live. Discover now