Samsara I

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¡Hola Paige, mi nombre es Lisa! ¿Me ayudas a recuperar a mi familia?

A partir de ahora... Las cosas se pondrán interesantes...






-Y eso fue lo que pasó. Cuando terminé de contarle lo que sucedió entre Lisa y yo se levantó del jardín, estábamos acostados en el patio así que se sacudió el sereno del pasto que había quedado en sus pantalones, me agradeció con un apretón de manos y se alejó entre la niebla, parecía un muerto caminando por las calles, quise seguirla pero me di cuenta que ya era demasiado tarde, lo hecho hecho está y no puedo cambiarlo...

-¿Y por eso se van mañana?

-Así es Luna, pasaremos la navidad con ustedes, después iremos al aeropuerto para ver a Lisa y terminar con el contrato que dijo que haríamos para la custodia de la bebé.

-Para eso necesitan un nombre ¿Ya tienes uno?- su hermano le hizo entrega de un pequeño papel con un par de nombres escritos.

-El primero es en caso de que sea niña y el segundo si es niño... Considera el primero como el más posible.

-¿Rita Luna Loud? Vas a hacerme llorar si mi bebé lleva ese nombre.

-¿Y qué opinas del segundo?

-¿Hablas de Lei Mary Loud? Suena lindo... Pero me gusta más el primero.

-No se lo vayas a decir a mamá hasta que nazca ¿De acuerdo?

-Mis labios están sellados.

-También necesitarás esto- secretamente le deslizó un viejo teléfono celular por dentro de las mangas de sus suéteres al tomarse de las manos -es casi imposible que alguien rastree esto, Lisa lo configuró para dárselo a Lynn en caso de auxilio. Te llamaré cuando vaya en el vuelo a Canadá. Lucy me hizo el favor de encontrarme un lindo lugar para alojarme en lo que encuentro una casa propia.

-¿Estás seguro de esto? ¿Qué pensará Lulu?

-Ella estará más feliz de ver a su madre aunque sea un rato. Le pediré a Lisa que juegue con ella al menos un día si es que quiere el dinero y que lo haga de la mejor manera posible, de lo contrario se quedará sin un sólo centavo.

-Verte actuar así con tu esposa... Es fatal bro.

-Ella no es mi esposa... Lisa es la mujer más tierna sobre la Tierra, jamás lastimaría a Lulu como ella lo hizo. Seré un hijo de puta con la que hizo sufrir a mi bebé pero siempre amaré a la verdadera madre de mis hijas.

-Creo que entiendo. No amas su cascarón sino a la clara y la yema.

-Exactamente.

-Aún sigues siendo tan hilarante cuando una chica podría delatarte con la policía ¿Qué pasa si rodean la casa?

-Tengo gas somnífero que los puede aturdir. Trataremos de huir en ese periodo de tiempo. Tengo pasaportes falsos, pelucas y tarjetas de crédito con los antiguos nombres que usaba cuando huí de Lisa. Sé cómo esconderme.

-Sé que lo harás aún si te digo que no... Pero esta vez te pido que cuides a Lulu y a la pequeña Luna.

-Jajaja por supuesto que lo haré.

-¿Y cuándo pensabas decírmelo?

-Y también a mí- era de esperar que la plática no fuese tan privada como él quisiera. Lori y Lola también escucharon el triste relato de Lincoln de principio a fin.

-Sabía que estaban ahí; Lori, no eres tan callada como antes... Y con el bebé menos: y Lola, tu diadema con brillitos brilla en la oscuridad.

-¡Diablos!- exclamó Lola llena de frustración.

Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora