Hay algo que quiero decirte

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-Camino hacia el final... Te necesito. Cuando camino cerca de la oscuridad lo único que necesito es a ti. A tu lado el final puede no ser tan aterrador, de hecho, podría hasta esperarlo con ansias cuando se acerque... Entonces, ¿Por qué tengo miedo justo ahora? Todo es tan confuso que parece un sueño, un adiós que sucedió hace mucho y que espera por un suspiro de mí que tal vez ya ha sido dado... Mas me he de preguntar, ¿Fui una buena persona?, ¿En verdad hice lo que era correcto? Sé que no soy una buena persona y de ser así es muy posible que con mis acciones tenga ganado eso a lo que llaman "infierno", el lugar donde mi alma será castigada... Pero eso no es lo que me aterra, lo único que me duele es que de ser así jamás podría reencontrarme con aquellos a los que amo, esa dulce persona que me cuidó durante cinco años de mi vida con todo su corazón. También quisiera ver a ese alguien que siempre sentí especial y mío pero que jamás pude corresponder o siquiera proteger... Sabes, en este momento en lo único que puedo pensar es en aquellos que hicieron algo por mí, ya sabes, como esa buena hermana que decidió confiar sus secretos en mí o esa otra que mostró que el camino que estaba siguiendo no era bueno y que de seguir en él muy probablemente todo habría acabado pero... ¿Entonces cómo puedo llamar a esto? No siento nada, ni siquiera sé si en este momento sea capaz de ser feliz, sentir furia o soltar lágrimas... Puede que toda esta máscara que cree sea todo lo que tengo y por eso ahora me siento mal al no llevarla puesta conmigo... Y aún así... Me arrepiento de todo el daño que le he causado a los que no lo merecían. Todas las lágrimas, dolores, penurias y demás atrocidades que le he provocado a tantos inocentes... Vaya... Creo que debo de disculparme en algún momento con ellos... Sin embargo... Creo también que unas palabras no solucionarían nada y que, al contrario, sólo lo harían peor... Justo ahora solo puedo pensar en actuar, pero las acciones sin sentido no pueden tapar el Sol con un dedo y es por eso que también debo de pedir una disculpa aceptando la condena de mis acciones... Sin embargo solo pido que aquellos a quienes amo de verdad sean bendecidos con lo único bueno que podría ser rescatado de mi ser, ya saben, esas pequeñas cosas que me hacen no ser una persona tan mala... Porque justo ahora no puedo pensar en nada más que en mis acciones a lo largo de mi vida, en todos los pequeños momentos, buenos y malos, que han formado mi historia haciendo que me haga la pregunta que aterra a tantos eruditos del presente: "¿Quién soy yo?". ¿Acaso sólo soy la hija de unos padres amorosos y un poco bobos? Tal vez sea la persona que debía de cuidar de sus seres amados y que jamás pudo lograrlo, ¿Acaso sólo soy una triste persona que lo único que puede brillar de ella es su ingenio? ¿Acaso sólo puedo ser la inútil a la que siempre necesitan salvar?... Oh... Puede que... Todavía tenga algo que hacer... Pero en este momento todavía no puedo pensar qué puede ser... Sabes algo, quisiera hablar de mi sueño, de ese con el que todos soñamos alguna vez: mi sueño no era nada del otro mundo, sólo quería que mis logros fueran apreciados por todo el mundo, que todos vieran que era yo quien hacía cosas tan impresionantes que tal vez nadie podría replicar jamás... Pero, conforme fui creciendo también nació en mí la necesidad afectiva, esa que te llama a darle un abrazo a ese alguien especial mientras te preguntas por el dulce sabor de sus labios... Cuando eso pasó todo mi mundo se puso de cabeza, mi sueño cambió por uno un poco más sencillo, ya sabes, tener un pequeño hogar donde pudiera pasar el resto de mis días junto a ese alguien especial que no me deja caer y que siempre tiene un chocolate caliente cuando mi alma tiene frío porque disfruta de verme brillar tanto como yo lo hago por él... Eso era todo lo que soñé... Aún me pregunto, ¿Era necesario ser hermanos? Creo que las cosas hubiesen sido mucho más sencillas de no haber sido así. De no haber nacido como lo hicimos él y yo habríamos salido como cualquier pareja, yo le habría presentado a mis padres mientras papá hubiese intentado echarlo de la casa... Tal vez así mamá habría estado conmigo cuando más la necesité... Tal vez así mis peques no habrían sufrido por mi arrogancia... Todavía recuerdo cuando Lulu nació, apenas cabía en mis manos, tenía miedo de cargarla al verla tan frágil ¡Jamás creí que una personita pondría su vida en mis manos! Esa confianza pura me aterraba, ¿Puedes imaginarlo? ¡Alguien que recién te conoce decide que eres perfecta para poner su vida en tus manos! No sé cómo las demás madres pueden no amar a sus hijos... Y, a veces me pregunto, ¿Por qué aquellos malos padres tienen momentos más sencillos para ser padres? Hay personas que son buenas y que podrían hacer cosas hermosas y geniales por sus hijos pero que terriblemente la desgracia llega a sus vidas mientras que, aquellos que son unos desgraciados con sus hijos, que son capaces de abandonarlos por alguien más y que simplemente los violentan por no cumplir sus expectativas son capaces de hasta tener cien pequeños ¡No quiero pensar que eso es justo! Pero, aún siendo la científica que soy y pensando de manera objetiva jamás he encontrado artículo alguno para negar la existencia de alguien o algo más grande que nosotros. Las cosas son dependientes, yo soy dependiente del mundo y éste lo es del sistema solar al mismo tiempo que lo es de la vía láctea, ésta de la galaxia, del universo observable... Pero, ¿Y luego? ¿De qué es dependiente nuestro universo? Yo no lo sé... Pero me gustaría creer que si mis conjeturas calladas son reales en algún momento podría ir con mi abuelo, darle un lindo abrazo, presentarme ante él y decirle "hice lo mejor que pude, traté de honrar tu memoria y aunque sé que no muchas veces lo hice puedo asegurar que muchas de las pocas buenas acciones que hice fueron gracias a ti"... Ya sabes lo que dicen: "la esperanza muere al último".

Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora