৷①⑧৷

51 7 15
                                    





























El resto del fin de semana tenía que ser bueno, no tendría porque pasar algo malo ya que no estaban en la escuela, sólo se encontraban en la habitación del azabache, ¿verdad?.

No, claro que no.

El sábado por la mañana, más o menos a las nueve o diez, Jungkook pidió permiso a su madre para visitar al azabache en su casa, era la primera vez que lo hacía, esperaba poder tener una conversación más agradable con el azabache, también para asegurarse de que la herida en su mejilla esté mejor.

Pero no esperaba encontrarse con algo alarmante, preocupante y horrible.

Al subir por su balcón, solamente se asomó un poco por la puerta del mismo, para verificar si el azabache estaba despierto, no quería llegar en un momento inconveniente, por ejemplo, tal vez él aún sigue durmiendo y sólo viene a molestarlo cuando está descansando.

Pero al ver la cama vacía y perfectamente hecha, sabía que ya está de pie y despierto, estaba por tocar el vidrio de la corrediza puerta, pero al verlo salir del baño, notó que tenía una pomada en sus manos, después se sentó en su cama y se quitó su suéter marrón junto con su camisa de manga larga de una manera lenta.

El pelinegro se hubiera sentido algo avergonzado e incluso hubiera sentido sus mejillas calientes ante la vergüenza por mirarlo en esa forma, de no ser porque notó marcas en su espalda, de un color morado algo oscuro.

Frunció el ceño notando hasta donde llegaban dichos golpes, su vista terminó por enfocarse hasta su espalda baja, eran o parecían líneas delgadas, no tenían el contorno de un color rojizo como típicamente sería, posiblemente no son tan recientes.

Jungkook vió al azabache abrir dicha pomada, lo observó agregar una cantidad considerable a una de sus manos, para después ir esparciendo este a, lo más que podía alcanzar de su espalda.

Miraba como pasaba sus manos por su cintura, intentando llegar a todos esos puntos más dolorosos, aquellos se encontraban en la parte baja de su espalda, intentó llegar lo mejor posible a la espalda media y así continuó por unos minutos, hasta que hizo todo lo que pudo.

Al finalizar, esperó por unos minutos a que la pomada termine de absorberse por su piel, y se levantó de su cama para sacar una playera blanca ésta vez sin mangas de su armario, lo observó regresar al baño de nueva cuenta.

Ya no pudo soportar su enorme curiosidad y preocupación a lo que estaba pasando o lo que pasó con el azabache, así que no esperó demasiado hasta verlo de regreso a la habitación, que golpeó suavemente el vidrio para llamar su atención.

El azabache rápidamente volteó en dirección a aquel ruido, sonrió levemente en cuanto su mirada se topó con la del pelinegro, sacando una sudadera color marrón y poniéndose ésta sin subir el cierre, fue en dirección a Jungkook y le abrió la puerta, dejándolo pasar.

Estaba por tomar y guardar aquella pomada para que el pelinegro no se preocupara, pero fue interrumpido por el mismo pelinegro cuanto lo sujetó de su muñeca suavemente, evitando que se mueva, mirándolo de una forma que el azabache no podía entender, logrando hacer que su pequeña sonrisa desapareciera casi de forma inmediata.

El pelinegro se quitó su mochila, la cual estaba sobre su hombro contrario, se sentó en la cama llevando al azabache con él, quien imitó su acción bastante confundido, Jungkook tomó de aquella pomada mientras seguía mirándolo fijamente sin una expresión.

Bored ~ KookTaeWhere stories live. Discover now