Episodio 3:

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Sexo. Me pregunto si alguna vez has tenido sexo.

¿Eso importa? ¿Por qué, si no lo hice, quedó eliminado?

Cuando Francis pronunció claramente la palabra "sexo", Jackson no pudo soportarlo e hizo una pregunta retorcida. No quería reírse, pero no pudo evitar estallar en carcajadas.

«Pedazo de mierda. Pensé que eras un joven tranquilo y resultaste ser un idiota.»

El cazador rebelde torció las comisuras de su boca con una sonrisa y miró a Francis con ojos brillantes. Independientemente del propósito de su pregunta, tenía claro de que, no podía tomárselo a la ligera.

—JA, JA, JA... de ninguna manera. Esto no está relacionado con el examen físico, solo te pregunté por qué es una curiosidad personal. De hecho, es la primera vez que veo a un humano normal.

Los ojos azules, que brillaban en la oscuridad, eran tan preciosos que cualquiera que los mirara iba a caer en ellos. Parecía ser que las preguntas inocentes que le hacía, sin ningún indicio de malicia, enfurecían aún más a Jackson.

Entonces, no estoy obligado a responder, ¿verdad? Si te digo que no, ¿lo harás conmigo?

Jackson respondió a las groseras preguntas de su rival de la misma manera grosera. Estaba dispuesto a molestar a Francis, al menos verbalmente.

Pensando que lo estaban acosando, sonrió claramente. Al ver esto, Jackson mostró los dientes e hizo una expresión severa. En contraste, Francis respondió con una sonrisa burlona todavía en su rostro.

¿Conmigo?, ¿yo contigo?, ¡ja, ja! ¿Por qué haría una cosa tan sucia como el sexo? Jackson, cuando recibas el pago inicial, deja de hacer eso y usa la máquina del amor.

Una fuerte carcajada sonó. Jackson Carter era un hombre interesante. Como una bestia indómita, escondía bien sus garras, pero tan pronto como te le acercabas, mostraba sus dientes y garras afiladas. Aunque sabía que era un tipo peligroso, le era divertido verlo gruñir cada vez que lo molestaba, así que siguió molestándolo.

Está bien. Soy un sucio perro... El sexo caliente es de mi preferencia, así que deja de preocuparte por eso.

Ja, ja... Es muy divertido lo que dices, pero me alegro de que lo digas. Decir que es caliente...

Ante la sincera sugerencia de Francis, Jackson no dudó en mostrar su carácter mohíno. Al oír su dura voz, Francis giró la cabeza para ver que la otra parte no tenía intención de hablar.

Con este repentino movimiento, su corta y brillante melena rubia se esparció, desprendiendo un tenue aroma. Por el contrario, Jackson olía a colonia barata. Los dos no tenían ni una sola similitud; por eso, si cualquier otra raza, que no está familiarizada con los humanos, los viera, pensaría que Jackson es una subespecie de Francis.

—Entonces, nos vemos después del examen físico. Te acompañaré al reino de Aracron.

Sí, entiendo.

Jackson respondió con deliberada firmeza, quedándose quieto como si estuviera clavado en el lugar. Luego, hasta que Francis se marchó, permaneció inmóvil, mirándole la espalda.

La puerta automática se abrió y el rubio recién llegado se desvaneció. Y poco después, la puerta se cerró, desapareciendo por completo de su vista.

—Ugh... Hijo de puta. No hay nada que no pueda decir sin que me den ganas de reventarle la boca.

«¿Qué?. ¿Alguna vez has tenido relaciones sexuales?. Estoy enfadado.»

La historia de un ex-cazador que se convirtió en reina consorteOù les histoires vivent. Découvrez maintenant