Episodio 16

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—Tú....

Jackson gimió y se mordió el labio cuando Kalint empujó su lengua. Cuando alguien te ataca de manera tan imprudente, es natural sentirse incómodo. Su boca y garganta, que ardían por la abstinencia, anhelaban cualquier cosa. No importa si era alcohol, un cigarrillo o el aliento que salía de lo más profundo de otra persona.

Bajo el distinto y placentero aroma de Kalint, se escondía el olor de un macho Aracron. Un olor que no se podía ocultar fácilmente.

«¿Por qué no sabía que el bastardo olía así?»

Era un olor único que nunca antes había olido. Jackson, cuyos nervios se habían vuelto tan sensibles que reaccionaban a las débiles feromonas, respiró hondo. Cuánto más sentía el olor corporal, el calor y la mirada de la otra persona, más intenso se volvía el hormigueo en su vientre.

—Ahí abajo... Maldita sea.

Cuando Jackson se dio cuenta de lo que anhelaba, prefirió seguir que controlarse. Una mano áspera y llena de cicatrices agarró la nuca de Kalint. Fue en ese instante cuando el joven de Aracron quedó cautivado por la reina humana.

—Tsk... ! Jackson... !

Jackson agarró la cabeza del Rey Araña y le mordió el labio con fuerza como para decirle que dejara de hablar y abriera la boca. A juzgar por el desagradable sabor de su boca, sus labios se le hacían bonitos a pesar de parecer secos y agrietados. Sin dudarlo, Jackson invadió la boca de su oponente y enredó su lengua para luego chuparla.

—Eh... Ah...

—Uh, ha... Jackson...Ah...

El sonido de las lenguas enredándose, los suspiros bajos y los gemidos de dolor de Kalint estimularon sus oídos. El olor de las feromonas era dulce. Como si tragar mucha saliva no fuera suficiente, la reina presionó la nuca del rey con su mano y juntó sus labios.

—Eh... ha...

«Si me concentro en el beso, ¿puedo olvidar el dolor de mis piernas?»

Quería escapar de la sed interminable, el mareo y el temblor de sus manos. Se sentía satisfecho porque la otra persona parecía avergonzada e impotente. De vez en cuando, su lengua chocaba con los afilados colmillos, pero no le importaba. Jackson se aferraba desesperadamente a Kalint, jadeando.

Necesitaba de un estímulo periférico más fuerte para deshacerse de los síntomas que asolaban su cuerpo. Respirando hondo, Jackson agarró la cara del Rey y volvió a besarlo.

Las arqueadas cejas negras que se movían intermitentemente, creaban una larga línea vertical entre ellas, demostraban lo concentrado que estaba y la expresión feroz de su rostro. Sus párpados, que normalmente eran invisibles cuando levantaba los ojos, eran claramente visibles.

—....

Ese era uno de los encantos de la reina. Cuando se concentraba o apartaba la mirada, sus ojos se hundían bajo sus largas pestañas, mostrando sus característicos párpados dobles. Kalint abrazó a Jackson con fuerza, pensando que se había quedado sin aliento. Por mucho que quería cambiar la situación y dirigir el beso, terminó dando un paso atrás porque quería ver más de la atención indivisa de Jackson.

Así como Jackson sintió una extraña atracción cuando miró  los ojos del rey araña, Kalint también sintió una atracción espeluznante cuando miró sus ojos negros. Aquel par de ojos que le eran difícil de descifrar. Los ojos, el iris, las pestañas y los párpados le eran extraños. Sin embargo, también eran misteriosos y encantadores, porque una vez que los observabas, no podías apartar la mirada de ellos.

La historia de un ex-cazador que se convirtió en reina consorteHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin