Episodio 23

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—...

Su corazón le latía con fuerza, mientras el sudor recorría su rostro. Jackson puso los ojos en blanco y entrecerró los ojos. Sentía como si su corazón fuera a estallar en cualquier momento, pero no sentía que tuviera una erección.

Pensó que el color corporal y la calidez única del Rey Araña lo había excitado, pero ahora parecía que algo más se apoderaba de su cuerpo. Pero no sabía exactamente qué era. Lo único que sabía era que la sensación de cosquilleo en el interior de su cuerpo le producía un hormigueo en las manos y pies y le dificultaba un poco la respiración. Al mismo tiempo, sentía un poco congestionado la punta de su nariz. Definitivamente no era una reacción normal. Sintiéndose abrumado, Jackson puso la mano en el hombro de Kalint, como pidiéndole que lo soltara.

—Suéltame. Yo también lo siento... Entonces, ¿qué debo hacer? ¿Le devuelvo las manzanas al dueño de la tienda?

—Mmm... solo prométeme que no volverás a hacer eso la próxima vez. Además, no recuerdo dónde estaba esa tienda.

Dijo Kalint, soltando a Jackson y levantándose de nuevo. El hombre rudo seguía indiferente, pero había logrado un gran avance comparado al principio. Ya no le gritaba, ni fingía oírlo, ni lo maldecía. Eso era suficiente.

—Si ves una injusticia, presenta una queja formal. No tienes nada de qué preocuparte. Me tienes como respaldo, así que todo el mundo te tiene que escuchar.

(rousse: yo también quiero a un tipo con poder)

Después de pasar unas semanas con Jackson, se dio cuenta. No era alguien que manipulaba a los demás para su propio beneficio. Contrario a él, que tenía que combatir las injusticias a su manera.

Kalint creía que, si se le daba una oportunidad a las personas, iban a cambiar.

—Bueno... La próxima vez que ocurra algo parecido, protestaré en tu cara.

La voz de la reina humana bajó en respuesta al tono calmado del rey. Sonriendo ante el calmado Jackson, Kalint le preguntó en un tono ligeramente divertido.

—Entonces, ¿estamos reconciliados?

—¿Reconciliados? Si nunca hemos peleado.

—Ah, si... por supuesto.

Kalint se rio.

Ver su rostro sin arrugas, le hacía recordar que era un niño. Hasta que lo escuchaba hablar, porque parecía ser alguien que había vivido durante décadas. Debido a que era demasiado maduro. Kalint cogió suavemente la mano de Jackson y señaló hacia la mansión.

—Ya que estás aquí, ¿por qué no entras a la villa?

—¿Qué pasa con la inspección?

—Puedo venir en otra ocasión.

Sonriendo, el joven de Aracron condujo a Jackson hacia la puerta trasera, no a la puerta principal. La razón era que había que pasar por una calle ruidosa para entrar a la mansión.

La mansión era bastante grande, por lo que el paseo hasta la puerta trasera llevaba cierto tiempo. La razón por la que decidió tomar el atajo fue sencilla. Quería caminar con Jackson el mayor tiempo posible en silencio. Jackson no le dio mucha importancia, y siguió a Kalint.

La puerta de la vieja mansión estaba abierta. Jackson, que parecía desconcertado cuando la puerta se abrió tan pronto como la tocó, dijo:

—Es la villa del rey, así que ¿por qué las puertas no están cerradas correctamente? Pueden robarse todos los objetos de valor.

La historia de un ex-cazador que se convirtió en reina consorteWhere stories live. Discover now