La historia de un ex-cazador que se convirtió en reina consorte

Episodio 17

—¿Qué? Bueno eso es...

Su corazón se agitó como un loco. Aparte de fumar un cigarrillo, no tenía ninguna intención de tener nada con el monstruo. Pero el precio de su felicidad tenía un alto precio. Jackson se preguntó por un momento si aceptar la propuesta era convertirse en un prostituto. El hombre se humedeció los labios y luego de unos segundos concluyó que era diferente.

No era como si estuviera vendiendo su cuerpo, porque tenían un asunto contractual.

Aun así, todavía se sentía reacio. Nunca había pensado en tener sexo con un hombre y mucho menos con una persona parecida a una araña. Sus ojos rápidamente se dirigieron a la parte inferior de su cuerpo. No tenía idea de dónde estaban los genitales en la parte inferior del cuerpo del maldito monstruo.

¿Es realmente necesario aceptar la parte inferior del monstruo? Tan solo pensarlo, hizo que le dé escalofríos.

—Espera, ¿quieres hacerlo ahora mismo?

Jackson preguntó con voz temblorosa y empujó a Kalint. Kalint respondió como si pensara que la cantidad de fuerza que tenía el humano era totalmente ridícula.

—Parece que acabas de lavar tu cuerpo. Yo también me daré una ducha.

—¿No es apresurado...? Es poco más de medianoche.

—Eso es perfecto. Soy nocturno y sé que los humanos suelen tener relaciones sexuales por la noche.

—Los humanos no suelen tener sexo hoy en día. Lo consideran repugnante.

Jackson, que estaba rígido, echó la cabeza hacia atrás. Lo que decía no era mentira. Desde que el mundo fue dominado por los nuevos seres, el sexo había sido considerado como algo sucio y, salvo por algunas pocas relaciones impulsivas en su juventud, había llevado una vida alejada del sexo desde entonces.

Jackson solía pensar que los nuevos humanos eran unos psicópatas desafortunados, pero llegados a este punto tuvo que admitir que tenían toda la razón. ¡El intercambio de fluidos corporales de manera antihigiénica, influenciadas por la lujuria, era un acto extremadamente sucio! Por eso, esperaba que Kalint se detuviera. Sin embargo, nunca esperó que Kalint dijera tal tontería.

—¿Entonces seré tu primera vez...?

—¿Qué? ¡No! ¡No! ¿Por qué preguntas eso? ¿Cómo es posible que funcione tu cabeza al igual que los nuevos humanos?

Jackson recordó que Francis le había hecho la misma pregunta. Cuando la reina dijo que esta no era la primera vez, Kalint puso una cara extraña, pero pronto estuvo de acuerdo y lo soltó de sus brazos.

—Eso no importa. Al contrario, me puedes guiar, porque tú eres mi primera vez.

«¡Esto realmente es una locura!»

«¿Cuál es el punto de anunciarlo, maldito araña?»

Las palabras que no pudieron salir de su garganta se arremolinaron en su pecho. Sentía como si su garganta estuviera bloqueada. Jackson estaba tan sorprendido que ni siquiera pudo replicar, solo tartamudear.

—Entonces... Me daré una ducha y volveré. Vendré pronto, así que por favor espera.

«Maldita sea, que no tengas ninguna experiencia en el sexo me excita.»

Jackson lo vio desaparecer, estupefacto. Lo siguiente que le llamó la atención fue la puerta del dormitorio. La idea de que algo pasaría si abriera esa puerta y escapase, recorría su mente.