02. Sorpresas

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—¿Qué pasa si sus vecinos le dicen que trajiste a alguien aquí?

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—¿Qué pasa si sus vecinos le dicen que trajiste a alguien aquí?

—Son metiches, pero ya te dije que mi hermano es asocial, no se relaciona con nadie a menos que necesite un favor—Kate detiene su auto en una calle lateral de una de las concurridas avenidas de Rennapolis.

Evalúo el entorno, se ve tranquilo, aunque puedo atribuir eso a que es casi media noche ahora, una larga hilera de casas en diferentes colores se extiende hacia adelante, se detienen en una esquina y al cruzar la calle otra hilera comienza, todas con al menos seis escalones en la entrada, el espacio a los costados de los peldaños es césped cuidado, alcanzo a ver macetas con plantas en algunas.

—...Y es mejor pedir perdón que pedir permiso— Kate se encoge de hombros abriendo su puerta, rodea el auto y yo abro la de mi lado saliendo rápidamente, cruzo mis brazos sobre mi pecho porque incluso si el otoño en Rennapolis no es completamente frio esta noche la ventisca prácticamente está helada—. Vamos, tengo que volver a casa para terminar un proyecto—Muerdo mi labio inferior encaminandome rápidamente hacia las escalinatas de la casa a la que se dirige.

Kate es una persona ocupada, lo sé porque la mayor parte del tiempo tengo que verla en los descansos de su trabajo y la mayor parte del tiempo en esos descansos ella igual se encuentra trabajando.

Muerdo mi labio inferior cuando este tiembla por el frio mientras sigo a Kate hasta la puerta de la casa que tiene las paredes exteriores color marrón— no marrón horrible, más bien el tono marrón rojizo de las hojas secas en esta misma época del año—solo hasta la mitad, la otra mitad es un blanco o tal vez amarillo que distingo por la luz sobre la puerta.

Kate abre y me incita a entrar rápidamente cerrando a sus espaldas, tantea la pared al lado de la puerta y luego un clic hace que las luces se enciendan, estamos frente a unas escaleras, al lado de esta al fondo hay una puerta, al lado del inicio hay otra.

—Por ahí está la cocina—señala la puerta lateral—. No creo que haya mucho que comer porque mi hermano vive de la comida chatarra o lo que come cuando viaja.

—¿Viaja mucho?

—Es piloto en una aerolínea—Se encoge de hombros—. Ven, no perdamos tiempo—Se encamina por las escaleras y yo la sigo, el lugar es informal, a menos que haya algo en la parte superior que pueda relacionar con el hermano de Kate cualquiera pensaría que realmente no vive aquí—. Ahí está el baño, ahí hay un pequeño cuarto, pero no entres ahí—señala una última puerta, quiero preguntar la razón, pero elijo no hacerlo.

Estoy teniendo demasiados privilegios ya con poder dormir aquí.

—Intenta no mover nada de su sitio, no vengo aquí con frecuencia y no dejo nada fuera de lugar porque ya sabes...así que puedo decirle que vine, pero mi hermano sabe que nunca tengo mucho tiempo como para venir a perderlo aquí cuando él no está—Hago un sonido de afirmación.

Quédate otra nocheOù les histoires vivent. Découvrez maintenant