Alicia es una chica insegura y tímida, que lleva más de seis años enamorada de su mejor amigo. Pero nunca se lo dijo ya que, sus miedos e inseguridades se lo impiden. Así que decide empezar terapia para sanar sus heridas internas y encontrar el v...
Entre nosotros- Nicki Nicole, Tiago PZK,LIT killah, Maria Beccera
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Alicia.
Nunca me había gustado el uniforme del colegio. Esa horrible pollera con cuadrados negros y blancos, la camisa blanca y los zapatos de vieja.
Nunca había admitido la razón, pero era porque no me gustaba mostrar mis piernas y tampoco como me quedaba la camisa. Pero hoy, ahora, no me disgustaba.
Ya conozco mi cuerpo, sé que partes de mí me gustan y como resaltarlas más, para ignorar lo malo.
No me gusta la celulitis en mis piernas, pero ahí están y la verdad decido ignorar que están. No me voy a amargar por eso.
Me puse la camisa, luego la pollera, aunque esta era larga. Ahora la subí hasta mi cintura, haciendo que mi figura resalte más. Me di vuelta, para fijarme si quedaba exageradamente corta, pero no. Llegaban tres dedos arriba de la rodilla.
Perfecto. No me parecía feo, lograba sacarle provecho a la ropa.
Me hice un peinado que vi en un video y luego me maquille de manera sutil. Ya que tampoco quería exagerar.
Me vi una última vez en el espejo, antes de dar media vuelta e irme a clases.
***
Al llegar al escuela, tenía muchos nervios demasiados para ser sincera. Tenía un nudo en mi panza...
Te dije que fueras al baño.
Voy hacia el lugar en donde están formados mis compañeros, intento visualizar a Genaro pero no lo encuentro en ningún lado. Así que recuerdo todas las frases motivadores que me dije en el camino y me acerco al grupo.
Para mi mala suerte me encuentro con Lautaro, uno de los idiotas que siempre me molestaba con comentarios pasivo agresivos. Intente no ponerme incomoda y salir corriendo cuando los ojos cafés de él me recorrieron entera. Se detuvieron un buen rato en mi busto.
— Keller, estas...— se quedó callado mirando me de vuelta. Levante una ceja.
—Sí, estoy por pasar y te metiste al medio — respondí un poco cortante.
Sus ojos se abrieron en un gesto de sorpresa, ante mí tono, con mi mano le hice una seña para que se moviera y eso hizo. Intente no parecer aliviada de que me hiciera caso. Mi cara de "culo falso" diría Vico.
Justo cuando se mueve el cabello rubio de Kai aparece, él se está riendo de algo que le dijo uno de sus amigos. Su vista choca con la mía y me sonríe.
— ¡Mi rubia! — grita atrayendo la atención hacia mí.
Maldito hijo de puta, yo que quería pasar desapercibida.
