Villano, Por Favor Ve Con Calma (Parte 5)

978. Mundo de las artes marciales: Error

Los ojos de Su Bei parecían distantes, "Señorita Ji, este es jianghu. ¿Qué? ¿Estás tratando de salvar a todos?"

Ji Qiuqiu dijo en voz muy baja: "No admito ese tipo de jianghu. De todos modos, haré todo lo posible para salvar a tantas personas como pueda".

Luego hizo una pausa: "Si las personas siguen matándose entre sí de esta manera, ¿cuándo será el final?"

Su Bei instantáneamente recogió sus palabras: "Dado que la señorita Ji lo piensa de esa manera, si puedes convencerlos de que no codicien más mi Mansión Luoyue, te prometo que no enviaré gente para matarlos".

Hablando de eso, agitó levemente la cabeza y pronto, ya tenía una lista en la mano.

Se lo entregó ante Ji Qiuqiu, "Lamento molestarla entonces, señorita Ji".

Todos aquellos que habían trabajado para Su Bei el tiempo suficiente conocían su temperamento, por lo que en la lista estaban todos esos malhechores.

Su Bei realmente quería ver cuán poderosa podría ser el aura de la protagonista femenina Ji Qiuqiu.

Mientras Ji Qiuqiu revisaba la lista, sus ojos se entrecerraron levemente, pero en el momento en que levantó la cabeza, tenía una expresión de 'Los terneros recién nacidos no le temen a los tigres', "¡OK! Pero tienes que prometerme que mientras voy a convencerlos, ya no deberías matar a nadie más".

Su Bei preguntó retóricamente. "¿Qué pasa si alguien viene a matarme? ¿Qué tengo que hacer?"

Ji Qiuqiu se mordió el labio, "Puedes dejar que se vayan, pero no los mates".

Su Bei tenía una sonrisa falsa: "¿Sus vidas son vidas, mientras que la mía no lo es?"

Ji Qiuqiu explicó apresuradamente: "No es así. Claramente tienes la capacidad de dejar que se vayan mientras te mantienes a salvo".

Su Bei se volvió hacia Su Qianlan, "Qianlan, ¿qué tipo de artes marciales te enseñé?"

Su Qianlan respondió: "Algunas artes marciales que podrían matar personas".

Ji Qiuqiu miró a Su Bei obstinadamente: "Pero mientras les ordenes que no lo hagan, no matarán a la gente".

Su Bei inclinó ligeramente la cabeza: "Ser demasiado codicioso no es bueno. Señorita Ji, debe saber que incluso si los mato a todos, no podría hacer nada conmigo".

Para ser honesto, Su Bei realmente quería quejarse. ¿Qué estaba pensando la protagonista femenina? Al no tener fichas en sus manos, ¿todavía tenía las pelotas para negociar con él?

Si no fuera porque tenía que mantener el carácter de que el dueño original estaba interesado en ella, ya la había echado.

Como era de esperar, Ji Qiuqiu cerró la boca, "Entonces tienes que cumplir tu promesa y no enviar gente para matar gente de nuevo".

Su Bei solo respondió con un 'hmm'.

Ji Qiuqiu echó un vistazo a Su Qianlan. En realidad, ella realmente quería llevárselo, porque él era la mano derecha de Su Bei.

Pero Su Bei era bastante temperamental y lo había enojado varias veces hoy, por lo que ahora no era posible.

¡Qué pena haber perdido una oportunidad tan grande!

Ji Qiuqiu luego le dio toda la medicina a Su Qianlan y tampoco se olvidó de darle algunas pistas: "Recuerda procesar las heridas la próxima vez que te lastimes. Si necesitas alguna medicina, solo ven a mí".

Después de que Ji Qiuqiu finalmente se fue, Su Bei miró a Su Qianlan y dijo: "¿Me culparás por ser demasiado cruel?"

Mirando las venas abultadas en la muñeca de Su Bei, Su Qianlan se quedó aturdida por un instante.

Aflojó las manos sin dudarlo, luego la medicina que Ji Qiuqiu le dio cayó al suelo, "Solo puedo culparme a mí mismo por no haber aprendido las artes marciales lo suficientemente bien como para lesionarme".

Su Bei preguntó con un tono ambiguo: "¿Cuántos años tienes?"

Su Qianlan respondió: "Dieciocho". Todavía había un poco de infantilismo en su hermoso rostro, pero más era un espíritu maligno escalofriante.

Su Bei murmuró: "Han pasado trece años".