Regresé a mi habitación completamente avergonzada después de que Tom me mandara literalmente por un tubo, pero no lo culpo él tiene razón, esto nunca debió pasar y yo nunca debí confundir mis sentimientos.
Aunque mamá tuviera una aventura, no quería decir que ya estuviera disponible para el mundo porque a final de cuentas él no lo sabía, no podía tomar ventaja y aprovecharme de eso para acercarme a Tom como algo más aunque llegue a pensar en hacerlo.
Al final opté una vez más por no decirle nada después de todo, en lo último que pensaba estando ahí escuchándolo era en delatar a mi madre, me sentía tan pequeña como una niña regañada mientras las palabras retumbaron en mi mente una y otra vez.
"Me gustas"
"Este juego tiene que parar"
Me dolía pensar que para Tom solo fui un juego que teníamos cuando estábamos solos, pero por
mi bien me hice la idea que fue más que eso.
Quería recordarlo como algo lindo que tuvimos.
Tomé una siesta dispuesta a quedarme en mi habitación para no tener que topármelo por el resto del día, no quería verlo aun necesitaba tiempo para mi y para relajarme sin preocupaciones, gracias al cielo mamá regresaba mañana.
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— ¡Que te dijo qué! —Dijo Lucia al otro lado de la línea haciéndome repetir lo que acababa de decirle— ¡Es un idiota Liv! —.
— Te dije que no acabaría bien todo esto —Dije incrédula topando mi mano con la frente sin querer recordar todo de nuevo— Lo supe desde el inicio y aun así me arriesgué —.
— No puedo creer que haya preferido a tu mamá —Me reí sin ánimos tratando de tomarlo con gracia pero no estaba funcionando, no sacaba de mi mente su rostro sonriéndome— ¿Liv? —.
— Aquí estoy —Dije sacudiendo levemente la cabeza enfocándome otra vez— ¿Que decías? —.
— Que debiste decirle lo que vimos en la agencia —Se quejó chasqueando la boca, a estas alturas ya no importaba y ya quería dejar el tema por la paz—.
— No iba a cambiar nada entre nosotros —Dije levantándome del sillón de la sala— Pero en fin, tengo que hacer unas compras en el súper para esta noche que llegue mi madre —.
— De acuerdo Liv, suerte —Dijo antes de colgar la llamada dejándome en completo silencio—.
Subí rápido a mi habitación buscando mi bolso por algo de dinero, me cambié las pantuflas que llevaba por unos tenis, recogí mi cabello en un moño viéndome en el espejo antes de salir.
Caminé lento por el pasillo con mi celular en mano pidiendo un uber para que me llevara al súper más cercano, la aplicación marcaba que tardaría 12 minutos en llegar, bufé viendo la pantalla escuchando como sonaban unas llaves en el piso de abajo, me acerqué a la escalera y vi a Tom quien estaba a punto de subir.
No había hablado con él en toda la mañana, las veces que salí de la habitación hacia la cocina o la sala me limitaba a enfocarme a lo que tenía que hacer sin importarme si estaba él ahí o no, simplemente ignorándolo a toda costa aunque sea muy infantil de mi parte pero me daba más tranquilidad si no hablaba con él.
Ya era tarde para querer evitarlo así que camine como si no lo hubiera visto y clavé mi vista de nuevo en el celular.
— ¿Vas a salir? —Seguí caminando ignorando el hecho que literalmente estaba frente a mi, se que es muy grosero de mi parte pero de verdad no estaba para esto ahora— Olivia —.
Lo dejé hablando solo en la escalera y entré a la cocina por algo de agua mientras esperaba el uber, claro que mi paz mental no duró ni un minuto cuando escuché pasos acercándose.
— Hey —Rodé los ojos tomando del vaso con agua dándole la espalda fingiendo que no estaba ahí conmigo— ¿Hasta cuando vas a ignorarme? —.
Su voz sonaba cansada casi suplicando mi respuesta más que preguntar, con sólo eso supe que no la estaba pasando nada bien así como yo tampoco, mentiría si dijera que no moría por abrazarlo, verlo sonreír mientras me decía alguna cosa y besarlo sin importar nada más que nosotros, me costaba de verdad mantener la postura pero era mi manera de protegerme por decirlo de una forma.
Sentí su mano tocando mi hombro para que volteara a verlo y de inmediato un escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome querer estallar por todas las emociones que sentía en ese momento, volteé encontrándome con su mirada que me encantaba, viendo cómo sonreía de una forma tan linda.
Narra Tom
La vi sonreírme de vuelta y sentí como una tranquilidad me invadió por completo, me acerqué a lo que ella se movió en su lugar nerviosa y solo la abracé sintiendo sus pequeñas manos recargadas en mi pecho junto con su mejilla, quería que supiera que a pesar de todo siempre estaría para ella y la cuidaría.
Cerré los ojos descansando mi barbilla sobre su cabeza simplemente disfrutando tenerla cerca de nuevo, no sé qué es lo que tiene de especial pero aunque ya tomé una decisión no cambiaría este momento por nada.
— Lo siento —Dijo sobre mi pecho después de unos minutos rompiendo el silencio, sentía un alivio enorme poder escuchar su voz—.
— Tranquila —Susurré como si arrullara a un bebé, quería seguir en esta posición lo más que pudiera— No tienes por que disculparte, yo soy el que te ofrece una disculpa. Creo que fui muy egoísta y poco sensible contigo, sé que te hice sentir mal con mis palabras y créeme que para mi fue muy difícil tener que decirlas —.
Hice una pausa suspirando y acaricie su cabello de arriba hacia abajo porque sabía que eso le relajaba muchísimo.
— Lo siento Olivia —Dije desde lo más profundo de mi corazón odiándome por tener que hacerla pasar por esto y ponerla en una situación tan complicada, no se lo merece— Quiero que sepas que todo lo que dije es verdad y también lo que hicimos, nunca fingí nada estando contigo y tal vez ya está demás que lo diga pero no quisiera que pensaras que me aproveché de ti o que nada fue real —.
— Te creo —Se separó un poco de mi sin deshacer el abrazo para verme a los ojos, me sonrió y dejó un beso en la comisura de mis labios, sonreí satisfecho regresándole el gesto besando su mejilla y volví a pegarla junto a mi—.
Luego de unos minutos más estando abrazados, nos separamos a causa del ruido de su celular, miró la pantalla pensativa y volteó de nuevo conmigo.
— ¿Me puedes llevar al súper? —Preguntó avergonzada apartando la mirada a lo que yo solo reí asintiendo—.
— Claro, vamos —Dije tomando las llaves del auto de mi bolsillo caminando hacia la salida con ella por delante—.
Salimos de casa directo al supermercado con una pequeña lista que Olivia había hecho sobre lo que faltaba por comprar.
Después de treinta minutos de dar vueltas por todo el lugar buscando las cosas finalmente hicimos fila para pagar y llegar a casa a tiempo para acomodar todo y preparar la cena antes de que Heidi llegara.
Íbamos platicando de cosas sin sentido todo el camino de regreso y escuchando música cantando de vez en cuando alguna de las canciones que nos supiéramos, la verdad nos la estábamos pasando muy bien.
Olivia cantaba a todo pulmón el final de una canción cuando faltando casi una cuadra para llegar cambió de estación y en cuanto la radio comenzó a sonar sentí como se me iba el alma a los pies.
"Hace unos minutos se reportó un accidente de avión que venía de la ciudad de Milán, Italia. Aún se desconoce si hay sobrevivientes"
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🫣🫣🫣🫣🫣🫣🫣 <3
