29.

3.2K 234 65
                                    

— Bueno, creo que eso fue todo —.

Terminé de empacar todas mis cosas en cajas y otras en algunas maletas con ayuda de Lucia dejando mi habitación completamente sola, lo único que podía apreciar ahora eran los colores en las paredes y el piso de madera que tanto me gustaba.

— Voy a extrañar nuestras pijamadas —Dijo mi amiga suspirando mientras veíamos la habitación desde el marco de la puerta— Pero más voy a extrañar verte Liv —.

— También voy a extrañarte, lo sabes —La abracé conteniendo las ganas de llorar que sentía, esto apesta— Podrás ir a visitarme cuando quieras —.

— Claro que lo haré —.

Mi abuela llegaría a casa en cualquier momento para irnos directo hacia el aeropuerto así que debía tener ya todo listo para antes de que viniera por mi.

Salimos de la habitación luego de unos minutos obligándonos a cerrarla de una vez por todas, era tan extraño ver todo vacío luego de pasar tantos años aquí que no podía evitar llorar, tenia demasiados recuerdos de momentos que viví en estas cuatro paredes que me daba miedo olvidarme de todo una vez que me fuera.

— Tú.. ¿viste a Tom? —Pregunté secándome las lagrimas esperanzada de qué tal ves estuviera aquí o que con suerte llegara pronto para despedirse de mi—.

— No y tampoco su auto está —Contestó suavemente con una media sonrisa mientras me miraba con tristeza tomándome del hombro— Lo siento Liv —.

Asentí bajando la mirada resignándome al hecho de qué tal ves no lo vería más y es que ya todo estaba más que claro, su amor hacia mi se había esfumado por completo y lo que tuvimos fue algo pasajero, tanto que siento como si apenas pasó un día desde que nos besamos por primera vez.

— Descuida —Dije tratando de reír solo para convencerme de que todo estaría bien— Ya no importa —.

Tomé las maletas para cargarlas evitando que las ruedas chocaran mientras bajábamos por la escalera a paso lento tratando de hacer tiempo como si eso pudiera impedir que me vaya.

Caminé hasta la entrada principal dejando ahí mis maletas junto con mis demás cosas que permanecían apiladas solo esperando a que llegara la hora.

No quiero irme, de verdad que no quiero pero no hay nada que hacer, mi abuela estará aquí pronto y siendo sincera si Tom ya no siente nada por mi, no tiene sentido seguir viviendo con él en la misma casa, no soportaría verlo con alguien más teniéndolo tan cerca de mi y fingir que no siento nada cuando claramente si lo hago y creo que siempre lo haré.

Tom se volvió tan importante y especial que ya sentía esa necesidad y esas ganas de tenerlo cerca cada que lo veía, jamás me había enamorado tanto de alguien y me dolía en el alma saber qué tal vez no volvería a sentir lo mismo por otro hombre.

Solo me quedaba recordar con cariño los momentos que pasamos juntos.

El sonido del timbre me hizo volver a la realidad sacándome de mis pensamientos, giré para ver a mi amiga quien solo me miraba dándome ánimos, tragué saliva acercándome para abrir la puerta de una vez por todas.

— Abuela —Dije en el instante que la vi de pie frente a mi—.

Llegó la hora.

— Hola cariño —Saludó sonriente como si fuera el día más feliz de su vida— ¿Ya lista? —.

No, claro que no estoy lista.

— Si —Respondí sin más desviando la mirada hacia mis sandalias mientras se hacía paso dentro de la casa—.

𝒟𝒶𝒹𝒹𝓎  {Tom Kaulitz}Where stories live. Discover now