14.

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Sentí como Tom frenaba el auto parándose en seco en medio de la calle lo que hizo que nuestros cuerpos se inclinaran hacia adelante abruptamente, mis manos comenzaron a temblar y se hacía presente un vacío enorme que me invadió por completo en cuanto escuché aquellas palabras que inundaron todo el auto.

Esto no está pasando.

Sin siquiera darme cuenta las lágrimas comenzaron a salir desesperadamente impidiéndome ver con claridad, me llevé las manos a la cara ahogando mis sollozos que se hacían cada vez más fuertes y por un segundo vi pasar toda mi vida frente a mis ojos.

Tom permaneció callado pero escuchaba levemente su llanto mientras volvía a conducir solo que esta vez regresando en camino al aeropuerto, íbamos demasiado rápido por la carretera sin respetar los altos ni ningún tipo de señal, veía como sus manos agarraban con fuerza el volante sin despegar su vista al frente con miedo a que si se distraía podíamos tener un accidente así que me limité a llorar en silencio todo el camino sin decir nada.

Cuando llegamos había muchísima gente bloqueando las entradas y policías por todas partes, corrimos entre todo el caos abriéndonos paso antes de que algún oficial nos detuviera, casi parecía que corría en cámara lenta y no llegaría nunca.

Toda la gente exigía una explicación gritando y llorando pareciendo una película pero en la vida real era mucho peor.

— ¡Por favor calma! —Decía un tipo que supongo era trabajador del aeropuerto a lo lejos de pie en un escritorio con un megáfono en la boca— ¡Necesito que se tranquilicen! —.

Tom me tomó de la mano y nos acercamos rápido a donde él estaba para ver si tenían más información sobre el accidente, veía los rostros tristes de todos aquellos familiares o amigos y volví a sentir un nudo en la garganta queriendo romper en llanto una vez más.

— Tranquila —Me dijo abrazándome tratando de parecer fuerte pero veía sus ojos llenos de lágrimas y escuchaba su voz entrecortada, me quebraba verlo así— Todo estará bien —.

Cerré los ojos deseando que al abrirlos todo fuera una pesadilla pero esto era el mundo real donde los accidentes como esos pasan y perdemos a nuestros seres queridos aunque parezca mentira.

Tom no me soltó la mano en ningún momento apretándola fuerte y acariciándola con el pulgar de ves en cuando, se que era su manera de brindarme apoyo ya que ambos seguíamos sin creer lo que estaba pasando. 

El hombre volvió a hablar por el megáfono haciéndonos saber que no nos podíamos quedar ahí a pesar de no tener respuestas, pero que por el tipo de choque era muy probable que se incendiara el avión y al no tener comunicación con el piloto desde el momento uno, lo más seguro era que ninguno hubiera sobrevivido.

Inmediatamente se hicieron presentes las lágrimas y gritos de desesperación por todo el lugar incluyéndonos. Sentía que en cualquier momento iba a desmayarme, mis piernas me traicionaban dejando de sostenerme al cien por ciento sin dejar de temblar, mi vista se tornó borrosa y entonces caí.

Narra Tom

Seguía sin aceptar que esta era mi realidad, quería gritar como nunca por la impotencia que sentía porque ya nadie podía hacer nada al respecto, era casi un hecho que todo se había perdido.

¿Por qué a mi?

¿Por qué mi esposa?

Sentí como el agarre de Olivia se hacía más débil haciéndome voltear solo para ver cómo se desmayaba en mis brazos, la tomé con fuerza sentándome en el suelo dando pequeñas palmadas en su rostro para que reaccionara.

— ¡Vamos despierta! —Dije sacudiéndola un poco pero no funcionaba, seguí haciéndolo unos segundos más y solo veía como sus ojos permanecían cerrados— ¡Maldición! —.

Subí la mirada volteando a todos lados tratando de buscar ayuda pero todos estaban en sus asuntos, no sabía que más hacer así que continué con lo mismo repetidas veces rogando que despertara.

Finalmente abrió los ojos encontrándose con mi mirada y no pude evitar sonreír por lo aliviado que me sentía, realmente llegué a pensar que no despertaría, la senté despacio abrazándola mientras el llanto volvían a salir mojando mis mejillas.

— Tom —Dijo en voz baja mirándome con sus ojos hinchados atentamente, me sequé un poco las lagrimas antes de que continuara— No me dejes sola por favor —.

Antes de que pudiera responder sentí como se aferró a mi de nuevo hundiendo su cara en mi pecho llorando con muchísima tristeza lo que me hacía no querer soltarla nunca, y es que ahora solo me tenia a mi, yo era su familia y no podía dejarla sola por ningún motivo. Le correspondí el abrazo y besé su cabeza cariñosamente.

— Nunca —Dije con voz entrecortada sabiendo que ahora todo mi mundo era ella, mi papel sería protegerla a toda costa y quererla mucho más de lo que ya lo hago—.

Luego de pasar un par de horas ahí con la esperanza de que hubiera alguna novedad, nos fuimos a casa para avisarles a toda la familia lo ocurrido. Todos estaban sin creer la noticia mientras algunos lloraban en la línea y yo solo escuchaba como se derrumbaban junto conmigo.

La agencia de Heidi se enteró por las noticias y de inmediato me llamaron por mi perdida, había muchas cosas pendientes que se quedaron a medias pero estuvieron de acuerdo en darme un tiempo antes de volver.

Era tan raro llegar a la habitación sabiendo que ya no volvería nunca, iba extrañar verla tan alegre siempre, me arrepentí de las veces que nos peleamos sin saber que ya no estaría. Esa noche solo me dediqué a ver fotos viejas que teníamos juntos y los videos de nuestra boda sin poder dormir.

Narra Liv

Había pasado una semana desde que mi madre ya no estaba, mi cabeza seguía sin procesar las cosas haciendo que al final del día me la pasara llorando hasta quedarme dormida.

Tom y yo hablábamos sólo lo necesario porque yo quería tener tiempo a solas sin ver a nadie incluso Lucia y Matt querían venir a darme las condolencias pero me negué. Ambos la estábamos pasando muy mal peor de lo que pensaba, entre la noche escuchaba como lloraba desesperadamente y de vez en cuando golpeaba la pared.

A veces entraba a mi habitación para ver cómo estaba y si necesitaba algo pero lo único que quería era dormir para no saber nada.

Tenía tantas cosas en la cabeza, ¿que pasaría ahora?

Escuché el timbre de la puerta y esperé a que Tom atendiera, de verdad no quería ver a nadie, pasaron unos segundos y volvieron a timbrar fruncí el ceño y camine a la habitación para encontrármelo dormido profundamente, sonreí levemente y baje rápido las escaleras para abrir la puerta.

Me vi en el espejo solo para ver si no lucía mal por tanto llorar y dejar de comer, mi reflejo era normal ni muy mal ni muy bien, me encogí de hombros y tragué saliva tomando la manija para abrir.

Me quedé paralizada al ver quien estaba parado frente a mi.

— ¿Que haces tú aquí? —.

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Quien habrá llegado a visitar a Liv? Ojalá les guste<3

𝒟𝒶𝒹𝒹𝓎  {Tom Kaulitz}Where stories live. Discover now