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Desperté gracias a los rayos del sol que se colaban por las persianas de mi ahora nueva habitación iluminando esta por completo, obligándome a abrir los ojos de inmediato.

— Buenos días LA —Dije desviando mi vista hacia la ventana la cual me dejaban ver la ciudad desde lo alto ya que vivíamos en un departamento—.

Después de unos minutos de seguir acostada, tomé mi celular de la mesita de noche a mi izquierda para ver si había alguna novedad.

Sonreí a medias al encender la pantalla en cuanto comencé a revisar las notificaciones que tenía.

"Mensaje de Tom"

"Mensaje de Tom"

"Llamada perdida de Tom"

"Mensaje de Lucia"

Abrí uno por uno leyéndolos sin prisa alguna y los respondí mientras me frotaba los ojos por el sueño que aún sentía.

Ya había pasado una semana desde que llegué a Los Ángeles y era totalmente normal despertar con mensajes de ellos preguntando cómo iba todo, sobretodo de Tom que me escribía a todas horas lo cual hacía que lo echara de menos mucho mas de lo usual pero a la vez volvía mi estancia aquí menos triste.

Todo era muy cómodo y agradable, me gustaba mucho la ciudad y mi abuela me trataba bien pero no tanto como solía hacerlo antes así que se podría decir que no me quejaba pero aún así no preferiría estar en otro lugar que no fuera con Tom.

Ya habíamos hablado sobre cómo le haríamos para que viniera por mi sin que mi abuela se enterara y la verdad no era un plan tan difícil pero si era arriesgado, además que tenía un chofer que me llevaba a todos lados sin excepción y no me perdía de vista ni un segundo, supongo que mi abuela le dijo que querría huir y con mayor razón me tenía que vigilar bien porque claro que lo haría.

Sumándole que en unos días entraría a la escuela que por cierto es muy reconocida aquí en Los Ángeles y de las más importantes en cuanto a diseño y moda en el país así que no sería tan sencillo solo irme.

Me levanté por fin de la cama para salir a desayunar antes de que mi abuela viniera a tocar la puerta como lo llevaba haciendo toda la semana.

— Buenos días Liv —Dijo en cuanto entré a la cocina mientras comía de su plato sentada en la mesa—.

— Buenos días —Contesté sentándome en el lado opuesto a ella sirviéndome un poco de jugo en el vaso que ya estaba sobre la mesa—.

Le di un vistazo a los alimentos que tenía frente a mi para que escogiera lo que quisiera y comencé a servir unos cuantos en mi plato.

Todo el desayuno pasó en silencio, mi abuela miraba un periódico mientras seguía desayunando y yo me limitaba a ver el resto del departamento por séptima vez en lo que terminaba mi plato.

Llegaba incluso a sentirme incómoda ya que desde que habíamos llegado nunca hubo un momento para convivir juntas o algo parecido, ella simplemente pasaba de mi, casi era como si no existiera pero a decir verdad no pensaba fingir que todo esto me encantaba después de que me separara de Tom y me trajera aquí en contra de mi voluntad. 

— Gracias por el desayuno —Dije levantándome de la mesa— Estaba muy rico —.

— No es nada —Contestó sin mirarme aún leyendo el periódico, suspiré disimuladamente y comencé a alejarme para subir a mi habitación—.

Me urge irme cuanto antes.

Narra Tom

Llevaba estos últimos días sin poder dormir bien, la ausencia de Olivia me estaba afectando demasiado, aunque trataba de distraerme con las responsabilidades de la agencia y todo eso pero aún así al final del día lo único en que pensaba era en ella y en cuanto la extrañaba.

𝒟𝒶𝒹𝒹𝓎  {Tom Kaulitz}Where stories live. Discover now