Capítulo Final

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Zeref, el gran Mago Oscuro, estaba oficialmente muerto.

Al fin, después de cuatrocientos años estando bajo aquella maldición les dió lo que tanto anhelaban.

Libertad.

No se contuvieron, gritaron alegres, lágrimas se asomaban de sus ojos, y otras corrían sin impedimento a través de sus mejillas. Al fin eran libres de aquella maldición que les obligaba a ver a aquellos a quienes más amaban morir. Ahora por fin podían crecer a su lado.

En un ataque de euforia Natsu se abalanzó sobre Gray, quien distraído por su propia felicidad, cayó fácilmente al suelo. Rodaron un poco hasta acabar en una posición un tanto comprometedora, el demonio encima del dragón, pero ambos estaban riendo como locos para notarlo.

Una vez acabada su alegría ambos dejaron de reír, observándose fijamente a los ojos, el jade de la híbrida mezclados con el tono azul grisáceo de su contraparte demonio. Gray tomó un mechón de su cabello salmón para colocarlo detrás de su oreja, aprovechando para dejar su mano en la misma y al fin, el momento por el qué ha estado esperando cuatrocientos años llegó.

Pudo besar a la mujer que amaba.

Sus labios cabían perfectamente con los de la chica debajo suyo, y grande fue su sorpresa cuando su cerebro procesó que estaba siendo correspondido. Natsu abrazó su cuello con ambos brazos, pegándose al cuerpo contrario en busca de cercanía.

Era el mejor momento de ambos. Eso hasta que cierto gato azul decidió romper el ambiente con sus bromas.

-¡Se gustan!~

Ambos se apartaron un poco totalmente sonrojados y los ojos a nada de salir de sus cráneos, volteando a su derecha para comprobar que habían olvidado que tenían compañía.

Natsu ocultó su sonrojado rostro con la bufanda de su padre, mientras que Gray maldecía a lo bajo y pegaba su frente con la de Natsu, a la vez que cubría el cuerpo debajo suyo sin aplastarla, en un intento vago de que los demás no se burlaran de su romántico momento.

-Ya era hora.- habló para sí misma Erza con una mirada orgullosa y tierna al ver a sus dos hermanos pequeños en aquella situación vergonzosa.

-Gray-sama...- chilló Juvia casi provocando una inundación.

-Gee-hee~ Oye Salamander, ¿disfrutas la victoria?- se burló Gajeel recibiendo un codazo en el estómago por parte de Levy.

-¡Cállate, tu maldito engranaje oxidado!

-¡¿A quién le llamas así, tu maldita estufa andante?!

-¡A tí, cerebro de mierda!

-¡Cierren la boca ustedes dos!- los calló Erza ya enojada.

-Aye sir...- dijeron ambos al mismo tiempo.

Gray finalmente se levantó y ayudó a Natsu, pues ambos estaban bastante malheridos gracias a que su maldición fue rota y ahora no tenían modo de sanar sus heridas al instante.

-Creo que es hora de ir a casa.- dijo el maestro Makarov con una sonrisa.

El lugar fue llenado por gritos de alegría y celebración.

...

Pasaron días en los que la ciudad de Magnolia estaba siendo reconstruida gracias a todos los daños que había sufrido en la última batalla.

El imponente gremio de Fairy Tail también había sido arreglado en su totalidad. Erza se encontraba en una de las mesas disfrutando de su tan ansiado pastel de fresas y viendo el alboroto que ya se había formado debido a una pelea que comenzó con alguien lanzándole un barril a otro o algo así.

La Leyenda De Los Tres HéroesTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang