XVI

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Hubo una vez en la tierra de Álvarez una hermosa mujer de cabellos rosados y ojos negros como la noche. Ella era conocida por ser una hermosa mujer que no había como ninguna y muchos hombres se peleaban por ella.

Sin embargo, solo hubo dos hombres que habían logrado robarle el corazón.

El primero fue un hombre de cabellos negros y ojos verdes que era conocido por ser un erudito. Ambos terminaron enamorados el uno del otro y tuvieron un hijo llamado Zeref. Lastimosamente, el hombre terminó falleciendo debido a una enfermedad que había azotado su pueblo cuando el chico tenía solo dos años.

Un año había transcurrido desde aquella tragedia y ahora vivían en un nuevo pueblo del que tantos rumores habían alzado el polvo últimamente; una utopía en la que vivían tanto humanos como dragones.

Ahí habían conocido al Rey de los dragones de fuego, Igneel, quien había sentido una atracción hacia la mujer apenas le había puesto el ojo encima y la cortejó. Fue gracias a ello que nació el primer híbrido en la historia del mundo, solo echando más leña en el conflicto interno que había entre los dragones.

A pesar de ello, Zeref amaba con todo su corazón a su pequeña hermana. Algunos lo consideraban un hermano mayor sobreprotector, pero para él, su hermanita lo era todo; incluso declarándole la guerra al príncipe de los demonios de hielo para evitar que la lastime.

Los dos niños vivían felices hasta que estalló la guerra civil de los dragones, perdiendo completamente a su hogar, familia, amigos, inocencia...

Ambos habían presenciado el sacrificio de Igneel y de su madre por tratar de protegerlos. El rey de los dragones había perdido la vida gracias a un dragón negro y su madre los escondió en una cueva en la que solo podían caber ellos dos.

Los hermanos permanecieron escondidos por días, sin comida o agua, con el hermano mayor saliendo todo el tiempo cuando era seguro en búsqueda de provisiones. Así es como vivieron por días hasta que ella llegó.

Una hermosa doncella de cabellos rubios y largos como la seda, ojos verdes esmeraldas, hermosas alas de color rosa pastel, y andaba descalza.

-¿Están bien? ¿Se encuentran heridos? ¿Tienen hambre?

Así es como la había conocido.

El hada que los había rescatado, Mavis, les ayudó dándoles un pequeño hogar y comida; a lo que ambos devoraron como si no hubiera mañana. Tal vez era por la similitud de edades, pero Zeref y Mavis se habían convertido en grandes amigos, compartiendo los mismos ideales y gustos que los acercaban más.

Sin embargo, Irene, la entonces reina de las hadas, no aceptaba del todo aquella relación. Había descubierto que el jóven estaba interesado en la magia tabú de la resurrección y la vida eterna, por lo que no quería que una de sus hadas fuera influenciada por aquel jóven.

Es por eso que le encomendó aquella tarea a su hija, Erza Scarlet, para que hable con ella.

Pero eso solo fue la causa de todo.

Cuando le prohibieron a Mavis juntarse con Zeref, ella había caído en una depresión al enterarse que Zeref había sido maldito por los dioses y ella no podía hacer nada por ayudarlo al estar confinada. Lamentablemente terminó falleciendo debido a una pandemia que amenazó a las hadas, igualmente matando a la reina.

Al enterarse de aquello, Zeref se había sumergido en una oscuridad de la que no tenía escapatoria, abandonando a Natsu nuevamente en la cueva en donde se habían escondido una vez de niños y comenzando así su travesía para poder eliminar toda la vida de Earthland para buscar un modo de romper su propia maldición y reunirse nuevamente con su amada.

La Leyenda De Los Tres HéroesWhere stories live. Discover now