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-El dragón...

Lucy todavía no había logrado salir de su asombro, pues finalmente después de tantos años de lo que creía eran solo ilusiones infantiles, tenía frente suya a uno de los héroes con los que más soñaba conocer en su vida después de todas las veces que su madre le había contado aquel cuento para dormir.

-¿Era necesario lanzarme del techo? Eso me dolió, maldito stripper...- se quejó la pelirrosa mientras acariciaba la zona herida de su cabeza.

-Tú fuiste la que huyó apenas nos vió, reptil inútil. Mira que resultaste ser una cobarde... Aunque eso no es sorpresa.

-¡¿Quieres decir eso otra vez?!- acercó su rostro de forma peligrosa hacia el otro y levantó su puño como amenaza.

-Ya no peleen ustedes dos.- Erza los noqueó de un solo golpe, dejándoles un horrible chichón en sus cabezas.- Mira que pelearse después de vernos tras tanto tiempo.

-Oye, Erza... Yo creo que te pasaste un poco.- comentó Lily con una gota en la sien.

-¡Esa mujer da miedo!- chilló Happy al ver a su amiga inconsciente.

-Mejor que no te oiga si no quieres acabar como ella.- le avisó Gajeel de forma divertida.

Erza se aclaró la garganta después de limpiar sus manos.

-Happy, ¿verdad?

-¡Sí!- chilló con miedo.

-¿Crees que podamos ir a un lugar en donde podamos hablar más a gusto? Lo que tenemos que hablar con Natsu es bastante delicado.

-¡No, ustedes la lastimaron! ¡No confío en ustedes!

-Si gustas podemos darles de comer.

-Está bien.

-¡Pero no te dejes convencer tan fácilmente!- exclamó Lucy.

...

El pequeño gato azul, el cual ya todos conocieron como Happy, los guió hasta su hogar. Una pequeña cabaña en las afueras del pueblo en las que depositaron a los héroes noqueados en dos hamacas que colgaban del techo.

Está demás decir que aquel pequeño hogar era todo un desastre para ser habitado solo por dos personas.

-Con que aquí es donde ha estado viviendo todo éste tiempo.- dijo Lucy de forma fascinada.

-Y vaya que apesta.- se quejó Gajeel cubriéndose la nariz al igual que Wendy.

-Oye, más respeto.- lo regañó Levy a la vez que le daba un codazo.

-Tú no te quejas porque no tienes una nariz sensible, enana.- se ganó otro golpe.

-Mira que vivir en un mugrero así.- comentó Charles.

-Mi casa es su casa.- respondió Happy de forma tímida y coqueta a la vez.

-No, gracias.

Y en ese momento, los dos héroes finalmente despertaron, quejándose por los horribles dolores de cabeza hasta que recordaron la causa de éstas, lo cual les hizo cerrar la boca antes de que pudieran decir algo.

-¡Gray-sama al fin despertó!- Juvia se lanzó a abrazarlo.- !Ah!~ Juvia estaba tan preocupada.

-¡Quítate de encima!

-Bueno, ahora que estamos todos aquí.- Erza comenzó a hablar ignorando el alboroto detrás suya.- Me alegra verte de nuevo, Natsu.

-Lo mismo diría, pero te recuerdo que comenzaron a atacarme de la nada.

La Leyenda De Los Tres HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora