Capítulo 10: Suelo inestable

94 51 197
                                    

10 | SUELO INESTABLE

Jake no había tardado mucho en irse de casa

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Jake no había tardado mucho en irse de casa. Habíamos acordado que tenía que irse antes de que algunos de mis padres llegasen —si es que lo hacían—. Luego de que se despertó no intercambiamos más que un par de palabras. No era rencorosa y mucho menos con el, pero por alguna razón, el hecho de que se expresara tan horrible de mis sueños había despertado una vena de furia dentro de mi. Eso también era inusual, siempre permitía que dijera lo que quisiese, ya que en el fondo yo también creía que estaba perdiendo el tiempo y desviándome del camino pero... pero algo cambió.

Siempre que lo recordaba me hacía sentir tan pequeña como ingenua. ¿Podré vivir del arte? ¿Era lo mejor para mi? ¿Valía la pena todo el embrollo en el que me estaba metiendo solo por eso? ¿Cuando pasaba de ser un sueño a un capricho?

Mil y un preguntas martillaban mi cabeza al mismo tiempo que tenía que lidiar con tratar de entablar una conversación "amigable" con Jake.

—¿Te pasó algo? ¿Por que ese cambio tan repentino? —me preguntó tras abrochar el último botón de su camisa aguamarina.

¿Cambio? ¿Había un cambio?

—Estaba pensando... —asintió como si eso fuera muy obvio y me invitó a seguir con mi idea. —mis abuelos eran abogados y papá siguió con su legado, pero una vez me dijo que su primera opción era ser doctor.

Su cara cambió de forma drástica, no entendía un carajo a donde quería llegar. Tampoco yo, solo miraba alguna parte de mi habitación, sin verle a los ojos.

—¿No has pensando alguna vez que estas tomando decisiones buenas para tu futuro, pero no buenas para tu corazón? —se me quedó viendo curioso, para luego soltar una risa seca.

—Mi futuro ya está escrito. Estudio en una buena universidad, mis padres tienen un buen negocio, estoy contigo. Todas son buenas decisiones.

—Si, lo sé. Pero no hablo de eso. Hablo de... —guardo silencio al tiempo que decido ponerme de pie para buscar una toalla y envolverme en ella, seguir en ropa interior me hace sentir incómoda. —de cosas que te gusten, que te apasionen. ¿No dejarías todo por perseguir ese sueño?

Con esa última pregunta, su cerebro pareció hacer click y entender a qué me refería con todo aquello.

—Yo nunca dejaría algo seguro para plantarme en un suelo inestable. A veces los sueños deben quedarse ahí, en imaginaciones, fantasías.

Volví a sentarme al borde de la cama, repitiendo sus palabras como un mantra ¿hablaba de él o de mi?

—Entonces no sería un sueño. Si no luchas por el.

—Hay cosas por las que no vale la pena luchar, Amelie. —se acercó a mi, dejando un beso sobre mi coronilla por varios segundos, como si no quisiera separarse. —yo nunca te dejaría por plantarme en algo inestable.

El arte de mentir ©Where stories live. Discover now