Capítulo 13: En problemas

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13 | EN PROBLEMAS

—Eso debe ser una jodida broma

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—Eso debe ser una jodida broma. —aseguro mientras frunzo el ceño en su dirección. Ella no me nota, más bien me ignora por completo.

—A mi parecer, era la mejor opción.

—¿Citarlo aquí en el Campus? —pregunto. Recalco cada una de las palabras para que suene una más fuerte que la otra.

—Si, Lie. ¿Donde más? Este es el ambiente apropiado para este tipo de cosas.

Bien, me tengo que poner de pie tras escuchar aquella tontería. Niego repetidas veces mientras camino de un lado a otro, alrededor del pequeño mueble donde se encuentra Hannah.

—¿Y él sabe que yo estaré aquí? —pregunto acercándome, una de mis uñas se mete al instante en mi boca para ser devorada con ansiedad. Le ruego a Dios que su respuesta sea no, de verdad le pido a algún ente poderoso que nos esté viendo que no le haya dicho que...

—Pues obvio, le dije que era para ti.

Juro que me contento de agarrarla por los cabellos.

—¡Estas loca! ¡¿Como mierdas le vas a decir que es para mi?! ¿Si sabes que no podemos confiar en nadie. NADIE?

A ver, Lie. —Hannah se incorpora en su asiento, y empuja el puente de sus lentes. Su rostro está alumbrado por la luz fría del computador que tiene delante. —Te dije que es alguien en el que yo puedo confiar. No te preocupes, solo lo sabemos nosotros tres. Además... —murmura escribiendo en su laptop —no le dije todo. Solo lo necesario.

—¿Y se puede saber que es para ti lo necesario? —inquiero. Parezco un chihuahua rabioso.

—Que quieres entrar en el blog para buscar pistas del paradero de la escritora. Porque buscas su recompensa.

Si, dios agarrame antes de que te la envíe yo misma.

—¿Que tú queee? —me abalanzo sobre ella cerrando el computador en sus narices. Frunce sus cejas al instante, y por fin logro tener toda su atención.

—¿Por qué pareces un chihuahua rabioso? ¡Estaba escribiendo algo importante para una clase!

La ignoro.

—Tú clase puede esperar. ¡Como le pudiste decir eso! ¡Solo te falto decirle que además me intentaron secuestrar, que trabajo en un jodido club de mala muerte y que además, mi ángel guardián y yo tuvimos una tensión peligrosa en su camioneta anoche!

Me callo, abruptamente al decir eso.

—No le dije que... ¡Espera, espera! ¿¿Que Alex y tú que?? —se sobresalta mientras se pone de pie. Se detiene frente a mi y empieza a zarandear mis hombros con entusiasmo.

—Perdón, solté mucha palabrería no quería decir...

—¡Claro que si lo querías decir! ¡Dijiste que tuvieron una persecución digna de una película de rápidos y furiosos! ¡Pero no mencionaste nada de ninguna tensión sexual!

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⏰ Última actualización: Apr 21 ⏰

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El arte de mentir ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora