A menudo Jimin se quejaba de lo monótona que era su vida, sin saber que el destino le había preparado diversos acontecimientos que alterarían la pacífica vida de llevaba, haciéndole desear regresar a esos días en los que su vida gozaba de tranquilid...
Las calles ya no eran seguras, numerosas personas infectadas se adueñaron de las calles de Corea, dejando sin escapatoria a los pocos sobrevivientes. ¿La humanidad podría sobrevivir realmente a esto? No existe respuesta alguna para ello, no obstante, los hechos hablan por sí solos.
La avaricia del hombre terminó por destruir el planeta que en algún momento llamaron "hogar".
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Un mes después
— Esto es muy mala idea — se quejó Taehyung — si esas cosas nos ven no dudaran en devorarnos — murmuró el castaño — regresemos a casa, Jungkook.
— Estamos escasos de provisiones, no podremos mantenernos sin agua durante mucho tiempo — Explicó mientras intentaba abrir la puerta de la tienda de conveniencia — ¡Mierda...! — gruñó molesto— ¿Podrías al menos intentar ayudarme?
— ¿Ayudarte..?
— Olvídalo, eres un completo inútil — exclamó con molestia Jungkook. Su adversario solo se encogió en su lugar sin pronunciar una sola palabra, la única razón por la que permanecían juntos era por su hermano pequeño. Taehyung era consciente de que no podría sobrevivir solo.
Ambos individuos se separaron en busca de las provisiones, donde Taehyung se ocuparía de la comida, mientras que Jungkook se ocuparía del agua, medicamentos u otros artículos que les hicieran falta.
Taehyung divagaba entre las estanterías vacías, ya no había casi nada. El cuerpo del castaño al tembló al sentir una tercera presencia — Date vuelta y entrégame todo lo que tenga — le ordenó una desconocida voz — ¡Apurate no tengo tiempo!
Kim se giró despacio hasta quedar cara a cara con el desconocido — N-no me hagas daño..— su voz tembló al ver el arma que apuntaba a su cabeza.
La conversación se vio pausada cuando algunas estanterías cayeron provocando un brutal estruendo que llamó a los infectados que merodeaban por los alrededores.
— ¡Qué carajos...! — antes de que pudiera terminar la frase el hombre cayó inconsciente. Jungkook lo había golpeado con un bate de béisbol.
— Camina, tenemos que salir de aquí antes que los infectados entren — Sin pensarlo, Jungkook jaló al menor para salir del local.
— ¡No podemos dejarlo..! — chillo Taehyung intentando zafarse del agarre del mayor.
Jungkook detuvo su andar abruptamente y le dedicó una furiosa mirada a su adverso — ¿Estás bromeando? Ese tipo te pudo matar, ¿y aún así lo quieres ayudar?
— Todos estamos desesperados por conseguir suministros, quizás sea el único sustento de su familia en estos momento — Explicó el castaño, su adverso solo lo veía con ingenuidad.
— Ese no es nuestro problema, las cosas han cambiado, tu pequeño acto de solidaridad no será recompensado — escupió Jungkook con verdadero enojo.
