11

19 4 0
                                    

— Mierda, Jimin, ¿dónde estás? — Jihyun caminaba nervioso de un lado a otro por el departamento. Había pasado un día desde la salida de su hermano mayor, y aún no había regresado. Muchas cosas pasaban por su mente, una peor que otra.

¿Qué haría si su hermano estaba muerto? No le quedaba nadie; su madre los había abandonado y su padre también, luego de volver a casarse.

Tenía una media hermana, pero ¿cómo la encontraría en medio de todo este caos? Y la pregunta más importante, ¿qué haría con Noah? Ni siquiera podía cuidar bien de sí mismo, ¿cómo cuidaría a su pequeño sobrino?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el toque insistente en la puerta principal. Su corazón comenzó a latir con fuerza mientras miraba a su sobrino y le hacía una señal para que guardara silencio. Con pasos cautelosos, se acercó a la puerta y espió por la mirilla, sintiendo alivio al reconocer el rostro de su hermano. Sin perder tiempo, deslizó el cerrojo y abrió la puerta de par en par, permitiendo que su hermano y sus dos compañeros entraran en la seguridad de su hogar.

— Pensé que estabas muerto — dijo Jihyun, abrazando a su hermano con fuerza.

— Estoy bien, tranquilo. Te dije que regresaría, ¿no? —respondió su hermano con una sonrisa tranquilizadora.

— ¡Papi! —el pequeño niño dio un pequeño grito silencioso— ¿Papi está bien?

— Sí, mi amor, papi está bien —Park besó amorosamente las mejillas de su hijo, transmitiéndole seguridad.

— Disculpen por interrumpir, pero necesito algo para bajarle la fiebre a Jin. A este paso terminará muerto —intervino uno de los acompañantes de su hermano, con urgencia en su voz.

— ¿Quiénes son ellos? — preguntó el más joven de los Park, con curiosidad palpable en su voz.

— Nos encontramos en el camino — explicó Jimin mientras su mirada se deslizaba hacia Jin, quien yacía herido — Jin fue rasguñado por un infectado.

La sorpresa se dibujó en el rostro de Jihyun. — ¿Y lo trajiste contigo?

— Aún no se ha convertido, sigue siendo humano — intervino el mayor de los Park.

— ¿Pero por cuánto tiempo? ¿Dos, tres horas? — replicó Jihyun, su voz llena de preocupación — ¡Esto es peligroso! Entiendo que tengas un gran corazón, pero tienes un hijo al que cuidar. Si tu nuevo amigo se transforma, todos estaremos en peligro y podríamos morir.

— Creo que sería prudente bajar el tono de voz — sugirió Min — Podríamos atraer la atención de los infectados, y eso sí sería peligroso para todos.

— Nadie te pidió tu opinión — respondió molesto el menor.

— Tampoco necesito tu permiso para darla.

La pelea se detuvo abruptamente cuando Seok intentó incorporarse, y Yoongi instintivamente apuntó su arma en su dirección.

— ¿Jin? — Jimin lo llamó con preocupación, el nombrado alzó la vista. Un suspiro de alivio escapó de labios de los mayores — Déjame ayudarte...

— Estoy demasiado mareado para levantarme — murmuró Jin —Esto es muy extraño...

— ¿Extraño en qué sentido? — preguntó Jihyun con una expresión de intriga.

— Puedo sentir los latidos de sus corazones como si estuvieran justo encima de mi cabeza.... y tengo la sensación de querer comer, aunque no tenga hambre... 

Jihyun frunció el ceño, procesando las palabras de Jin. "Eso suena como los síntomas de los infectados... pero, ¿cómo es posible que estés consciente y aun así muestres signos de infección?"

𝘕𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘎𝘪𝘷𝘦 𝘜𝘱 | ʏᴏᴏɴᴍɪɴWhere stories live. Discover now