¿Aún estoy aquí?

29 10 0
                                    

¿Aún estoy aquí?

Me apagó nuevamente y está vez cuando abro mis ojos logro ver qué todo a mi alrededor está oscuro, solo donde estoy sentada hay luz muy tenue, pero no puedo ver más allá.

—¿Hola, hay alguien allí? —Pregunto —¿Alguien?

«¿Y ahora donde carajos estoy?»

Siento pasos a mi alrededor, pero no veo nada y para colmos no sé porque carajos no puedo levantarme de esta silla si ni siquiera estoy atada.

—¿Hola? Por favor ¿Qué es este lugar, alguien que me diga o hablé?
 
Pero algo más o una fuerza extraña me impide pararme y por más que trato, no puedo. Empiezo a gritar como las locas, esto no normal que esté pasando.

«¿Qué? Porque no me puedo levantar»

—¡Auxilio, ayuda, quien sea por favor, ayuda, auxilio!

Ya no caminan, corren a mi alrededor y mi desesperación es demasiada y vuelvo a gritar.

—¡No quiero morir, paren ya este juego, por favor, párenlo ya! —lágrimas sales borbotones de mis ojos y empiezo a gritar descontrolada mente.

Los pasos se detienen por un momento y logro divisar algo que parece acercarse a mí.

—¡No, mierda, mierda, mierda, no, no puede ser! Ayuda, ayúdenme —grito nuevamente y pateo con todas mis fuerzas para lograr zafarme de un agarre que no veo, no está.

Es esa mujer, la que vi anteriormente y viene directo hacia mí, sus ojos están completamente oscuros y su rostro refleja pura maldad, es como mirar a los ojos al mismísimo demonio.

—¿Dios, Dios, Dios que eres y qué quieres de mí? —Vuelvo a gritar.

—¿Creíste que te podías escapar Caperucita?

—¿Pero por qué demonios todos me llaman así y que o quien eres tú?

—Alguien que quiere poseer y tomar de ti algo muy especial.

—¿Estas de joda? No tengo nada que pueda interesarte maldito vicho.

—Eres mía —me dice este repugnante ser.

Solo se me acerca y pone su rostro muy junto al mío, verla tan de cerca hace que se me hiele la sangre, me dice algo al oído que no logro descifrar, no conozco ese lenguaje y pasa su asquerosa lengua por mi cara, afincan sus manos sobre mis muslos y entierra sus largas uñas haciéndome sangrar.

Un grito desgarrador y de dolor sale desde muy dentro de mí —¿No, que haces? Suéltame, suéltame, ha dios.

Un fuerte corrientazo traspasa toda mi piel haciendo retroceder aquella cosa, tiemblo sin control, mi pecho se arquea una y otra vez y abro mi boca en busca de oxígeno y casi de la misma forma que llegó ese ser, se aleja dejándome las huellas de sus uñas en mi piel y caigo desmayada al suelo.

«¿Dónde estoy ahora?»

Oigo ruidos y siento reír a muchos niños, gritar de alegría, habro mis ojos lentamente, estoy realmente agotada, trato de incorporarme y veo que estoy recostada en un banco en medio de un parque infantil.

Alguien toca mi rostro haciéndome sobresaltar.

—Soy yo Katherin, cariño, no tienes por qué tenerme temor.

«Esa voz, no puede ser»

—¿Mamá? —No podía creer lo que veían mis ojos, mi madre llevaba más de cinco años fallecida —¿Acaso estoy muerta, esto es real, de verdad estás aquí mamá?

Atrapada Место, где живут истории. Откройте их для себя