Ésa noche.

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¿Esa noche? ¡Esa noche!

Ese día estaba realmente radiante, me había preparado para darle una linda sorpresa a mi prometido, vestía un lindo vestido rojo y me había hecho de todo para lucir espectacular y supersensual, ya hacía casi tres meces que no nos habíamos podido ver, yo estaba terminando mi carrera de abogacía y él estaba muy ocupado con un gran proyecto, era un excelente arquitecto.

«kathy, hoy tendrás a tu hombre entre tus brazos y lo harás muy pero que muy, muy feliz»

Me guiño un ojo mientras termino mi maquillaje frente al espejo.

Suena el móvil.

—¿Amor? Si ya estoy lista ¿Cómo que no puedes venir por mí? ¡Pero cosita! Ok ¿Sabes dónde es verdad, no me harás esperar más de la cuenta verdad, pero porque, es necesario? —Suspiro —Está bien, ¡No ya te dije que está bien!

Cierro mis ojos y una lágrima sale sin previo aviso.

—kathy hoy más que nunca debes de tener calma —me digo a mi misma tratando de tranquilizarme.

Seco mis ojos y retoco mi ya casi arruinado maquillaje. De pronto golpeó mi tocador.

—¿Pero por qué carajos tiene que estar esa estúpida de Mónica presente en nuestra cita, porque, por qué?

Trato de no dar más vueltas a lo inevitable y salgo a lo que creía sería una estupenda cita con mi amor, pero por lo que ya veo no será así.

«La vida siempre nos da sorpresas y tú Kathy te llevaste todos los numeritos»

Llegue al lugar acordado casi diez minutos antes, conduje como las locas con tal de llegar lo más pronto posible, salgo del parqueo y me dirijo al pequeño restaurante, era un lugar muy tranquilo y allí hacían una estupenda comida, casi siempre veníamos aquí, era como nuestro rin concito, nuestro nidito de amor.

Ya en la entrada rectifico mi reserva y entro a buscar mi mesa acompañada de un lindo mesero.

—Por aquí señorita.

Le sigo por el local hasta llegar a la mesa reservada, trato de ubicarme en el local, pero solo le puedo ver a él.

«¿Ese cuerpo es natural? Dios de verdad que se lució con este ser, uf»

Estaba ubicada casi de frente a la puerta, desde ese sitio podría divisar la llegada de mi querido novio y su estúpida secretaría.

Trato de regalarme y ponerme lo más que cómoda que puedo, esperar para mí nunca ha sido una buena opción, lo que son cinco minutos para algunos, para mí es como una hora, el mesero se llega a mi mesa nuevamente con su linda sonrisa y me da la carta.

«wao con el mesero, está muy bien ¿Qué bien? Está bestial, katy, katy vuelve a la tierra, eres una linda chica comprometida con un espectacular hombre, así que deja de poner esa cara de boba y concéntrate en el menú no en sus molletes»

—¿Pedirá algo o esperará por su cita?

Le miro y me quedo boquiabierta.

«Que ojasos, dios mío»

Él se sonríe al ver mi expresión.

—¿Quisiera pedir algún trago o algo en particular?

—¿Se podrá pedir a un mesero?

—¿Cómo dijo?

—La madre que me parió.

«¿He hablado en vos alta? Dios mío que vergüenza»

Dándose cuenta de mi error, vuelve a sonreír.

—Cuando esté en el menú ya le diré —me dice mirándome fijamente y sin quitar su bella sonrisa —¿Quiere que le traiga algo?

Atrapada Where stories live. Discover now