El cómo y el porqué de las cosas.

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"Erik"

Pasan las horas en esté interminable suplicio y alguien pone su mano sobre mi cabeza haciéndome despertar.

—Erik cariño, debes de ir a tu habitación a descansar, tú también necesitas atención —me dice con cariño mi madre.

Trato de estirarme un poco y vuelvo apoyar mi cara sobre la cama muy cerca de su rostro y le acaricio.

—No me iré de aquí, no hasta que ella despierte —le digo.

Mi padre está recostado en una cómoda butaca con un periódico sobre su cabeza y desde allí me replica —hazle caso a tu madre Erik si la chica despertar serás el primero en saberlo, yo me aseguraré de ello.

Me separo con dificultad por estar en esta maldita silla de ruedas de la cama donde está ella y les digo.

—No me iré, es más quiero una habitación para los dos así que les pido que hablen con quién tengan que hablar y resuelvan eso sí realmente quieren que yo esté tranquilo y descansando, de otro modo no moveré ni un músculo de su lado eso acaben de entenderlo de una vez.

Mi madre se echa a un lado a llorar y mi padre se levanta rápidamente y reclama.

—Mira lo que lograste ¿En quién te convertiste porque no te reconozco? Porque desde que despertaste del coma todo ha sido reclamos y exigencias ¿No vez que casi pierdes la vida? ¡Casi te perdemos a ti!

Cubro con mis manos mi rostro y comienzo a llorar como un niño chiquito, mi padre pone sus manos sobre mis hombros y mi madre me abraza y llora a la par conmigo.

—Ni yo mismo lo entiendo, pero lo único que sé es que debo de estár a su lado ¡Debo de esperar a que despierte! —Le digo sollozante.

Mi madre se agacha y me toma por el rostro, me besa —Creo que debes de decirnos o contarnos, ¿el porqué esa obsesión por esta chica y de dónde se conocen? Solamente así podremos entenderte cariño.

Mi padre asienta con la cabeza y me dice —la hemos cuidado tanto como a ti y no nos importan los gastos ni las atenciones que tengamos que tener para con ella, pero tenemos derecho de saber, ¿quién es y que es para ti?

Tomo aire y trato de controlarme y le pido a los dos que tomen asiento —no sé por donde empezaré, pero hay cosas que no lograrán entender aunque se las diga o cuente de mil maneras, solo les diré cómo fueron las cosas y ustedes determinen que tan loca es esta historia.

Mis padres me prestan toda la atención del mundo ansiosos por saber de una vez quien es ella.

—A ella la conocí la noche del accidente —les digo asiendo una pausa —esa noche ella entró como una clienta más al restaurante y por motivos de esta loca vida me vi involucrado en un asunto demasiado personal y.

—¿Acaso ella es la clienta de la que Francoises hablo? —Me interrumpe mi madre.

—No sé que te habrán dicho, pero ella no la estaba pasando bien, el idiota de su prometido fue a su propia cita con su amante y la termino allí mismo —le termino diciendo.

—¿Pero quién diablos hace ese tipo de cosas, acaso hoy las personas están locas? —replica mi padre con molestia.

—A ella se la hicieron, yo solo estuve allí tratando de consolarla y de que no bebiera tanto, puesto que temía que algo le pasará y luego llegó ese mensaje.

—¿Cuál mensaje? —Interrumpe mi madre.

—Eran fotos de su novio con su amante dentro de su propia casa montándose un fiestón ellos dos —le digo.

Atrapada Where stories live. Discover now