Capítulo Cinco

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Ethan, se apresuró a subir a Albus en la parte trasera de su camioneta mientras leía el mensaje de texto que Sam le había mandado.

>Dejé a Corine con tu vecina. Es linda.

¿Sam había ido a su casa y había dejado a Corine con Cassie?

A veces, realmente, creía que sus hermanas estaban completamente locas. A él le gustaba Cassie, le parecía una mujer que tenía mucho para dar. Pero no la conocía lo suficiente como para dejarle algo tan importante como su sobrina.

El reloj marcaba la una en punto de la tarde. El capitán había tardado un poco más de lo previsto, y él recién había podido leer el mensaje. Intentó llamar a su casa, pero no tenía el crédito suficiente. Maldijo entre dientes.

Arrancó a toda velocidad, como si se lo estuviera llevando el diablo. Estaba un tanto preocupado.

¿En qué diablos había estado pensando Sam?

Miró por el espejo retrovisor a su enorme perro que tenía la cabeza hacia un costado, disfrutando del viento en su hocico. Eso lo hizo sonreír.

Siguió manejando a toda velocidad hasta salir a las afueras de la ciudad. Cinco minutos después dobló e ingresó  por el camino que lo llevaba hasta la puerta de su casa. Antes miró hacia la casa de Cassie. Quizás ella había llevado a Corine hacia allí. Como fuera, no estaba seguro de cómo reaccionar en ese momento.

Dejó su camioneta mal estacionada sobre la entrada de su garaje, bajó a Albus, lo hizo entrar por la parte de atrás y luego casi corrió hacia la entrada. Abrió rápidamente. Se quedó totalmente quieto al sentir el riquísimo aroma a comida que había en el aire.

Luego un par de risas llegaron a él. Una risa dulce e infantil lo hizo sonreír. La otra, una risa contagiosa y alegre lo hizo relajarse. Lentamente comenzó a caminar hacia la cocina de donde provenía tal diversión. Se detuvo en la puerta para observar. Su cocina era un completo desastre, pero fuera lo que fuera que se estaba cocinando olía como la mejor comida del mundo.

Entonces las vio. Corine estaba sentada de espaldas a él sobre la mesa de madera que usaba para desayunar y delante de ella debía de estar sentada Cassie. Corine volvió a soltar una sonora carcajada.

—¿Y? ¿Cómo me veo? —preguntó Cassie. Ethan quiso acercarse para ver, pero se forzó a quedarse quieto. Estaba totalmente... sorprendido.

—Muy linda —rió Corine —Vas a ser la modelo más linda de la agencia...

—Te tomo la palabra, cariño —le aseguró —Tienes una mano excelente para el maquillaje. Solo necesito un espejo para poder verme...

Ethan vio que Corine buscaba algo dentro de su pequeña mochila.

—Aquí está —la pequeña le dio lo que Cassie había pedido. Hubo un silencio y luego una pequeña exclamación de asombro.

—Dios mío, me veo increíble —exageró ella —Corine, tienes un enorme talento para esto... Creo que así voy a conquistar a muchos novios.

Corine, rió.

—Ahora yo —le pidió entusiasmada.

Ethan, las observó fascinado. Ellas parecían conocerse de toda la vida. Había esperado llegar y encontrar a su sobrina sufriendo algún tipo de ataque. Si bien Corine era muy social, no le gustaba quedarse demasiado tiempo sola con alguien que a penas conocía.

—Listo, eres totalmente hermosa —le dijo Cassie y él vio que le entregó un sonoro beso en el cachete a su sobrina —Revisaré la comida...

Se puso de pie y ahogó un grito cuando su mirada lo encontró allí parado. Cassie, se llevó una mano al pecho, un tanto agitada.

FirefighterWhere stories live. Discover now