Capítulo Veinte

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Ethan tomó el balón de básquet, lo hizo rebotar un par de veces y luego lo lanzó hacia el aro que colgaba frente a él. Logró encestar perfectamente.

La tarde estaba llegando a su fin y aquel parecía ser un día tranquilo en la estación. Casi no había habido emergencias.

Nick se acercó a tomar el balón y corrió hacia el otro lado del patio para embocar en el otro aro.

—Me le declararé a Libby —le comentó su amigo volviendo a agarrar el balón.

—¿En serio?

—Sí, quiero casarme con ella... mañana mismo si es necesario.

—Jamás creí que dirías algo así —sonrió Ethan contento por él —Serás uno de mis hombres de honor.

—Cuenta con ello, hermano —palmeó su hombro cuando estuvo cerca.

La puerta del lateral se abrió y Colin salió. Él parecía bastante enojado, y se detuvo al ver a sus dos amigos. Su mirada se tornó aún más seria al ver a Ethan.

—¿Qué te pasa? —le preguntó Nick.

—Tu hermana es una necia —le dijo a Ethan.

—¿Pelearon? —inquirió.

—Hace ya varios meses que estamos juntos —comenzó a explicar. Le pidió el balón a Nick e intentó encestar desde la distancia, pero falló —Yo conozco a todas su familia. Pero ella sigue negándose a conocer a mis padres. Dice que es muy pronto.

—Colin, Colin, Colin —suspiró Ethan acercándose a él. Ambos se sentaron en la banca de madera que estaba al costado —Jamás vas a conseguir que diga que sí. Harper es especial, ella no es como las demás mujeres. Tiene muchas dudas siempre, y le cuesta decidirse.

—Entonces, ¿qué debo hacer?

—No decirle —recomendó Ethan.

—¿Cómo? —parecía una pregunta bastante tonta, pero él realmente necesitaba saber esa respuesta.

—Muy fácil, amigo —intervino Nick sentándose a su lado —Simplemente organiza una cena con tus padres en tu casa, sin avisarle nada a Harper.

—Exacto —estuvo de acuerdo Ethan —La tomará por sorpresa, pero no podrá huir.

—Gracias, chicos —sonrió Colin.

Los tres se quedaron en silencio.

El cielo ya estaba completamente oscurecido. Una calma absoluta los rodeaba mientras las estrellas comenzaban a asomarse en el cielo.

En ese instante los tres estaban prensando en Matt. La estación se estaba recuperando del golpe de su partida, pero sin dudas no era lo mismo. Todos y cada uno de ellos lo echaba de menos.

Pero a pesar del dolor, Ethan estaba mejor. Cassie y él iban todos los viernes a visitar a Clara y a Cole. La panza de Clara estaba enorme y faltaba poco para que Beth llegara. Todos querían estar presentes cuando eso sucediera.

—Falta poco para que la pequeña nazca —comenzó Nick rompiendo el silencio.

—En eso estaba pensando —reveló Ethan.

—Cuando camine la traeremos aquí para que vea lo increíble que era su padre —agregó Colin

—Será una niña muy bonita —Ethan sonrió levemente.

—¿Y cómo van las cosas con Cassie? —Nick cambió el tema.

—Muy bien... realmente bien —asintió —Ella me hace muy feliz.

FirefighterWhere stories live. Discover now