Capítulo Doce

2.5K 199 2
                                    

Ellos estaban riendo, hablando sobre algo con respecto al trabajo de Cassie. El agua comenzaba a entibiarse, pero no importaba. Cassie, estaba segura que no sentiría frío allí adentro con él.

Compartir la bañera con Ethan, se sentía bien. Él se ofreció a enjabonarle la espalda. ¿Cómo podía negarse? Sus manos grandes, poderosas, fueron suaves y delicadas. Masajeó los músculos tensos de sus hombros y nuca. Cassie, se derritió bajo sus caricias, y toques. Ciertamente él parecía poder hechizarla.

Movió un poco los pies, agitando la poca espuma que comenzaba a quedar. Ambos estaban relajados. Pero Cassie sabía que él estaba interesado en el sexo. Podía sentirlo en la parte baja de su espalda.

—Ayer descubrí que mi hermana Harper, estaba viéndose a escondidas con Colin... —le contó él. Ella giró la cabeza para mirarlo unos instantes.

—Dime que no perdiste la cabeza —le pidió.

Ethan, rió entre dientes.

—Bueno, tal vez un poco —confesó. Cassie acariciaba una de las rodillas de él de forma despreocupada —Es que... tú no conoces a Colin.

—¿Tienes miedo de que le haga daño a tu hermana? —ella sabía perfectamente cuán importante eran sus hermanas para él, pero principalmente cuán protector era con su hermana melliza.

—Harper es especial —él se puso repentinamente serio —Ella siempre ha estado sola. Nunca ha traído un novio a casa. Tiene unas ideas un poco raras sobre el amor. No me gustaría que la primera persona por la que sintiera algo fuerte le hiciera daño.

Cassie, se mantuvo en silencio durante unos segundos, luego giró entre sus brazos, hasta acomodarse de frente, arrodilla entre sus fuertes muslos abiertos. Ethan, quedó repentinamente abrumado al ver sus pechos desnudos. Allí arrodillada, el agua no llegaba a cubrirla del todo como antes. Lentamente subió la mirada hasta encontrarse con sus ojos.

—No creo que eso vaya a pasar —le dijo ella entonces.

—¿Por qué? —quiso saber él.

Sin poder detenerse levantó una mano y con cuidado acarició el costado de uno de sus pechos. Cassie, se mordió levemente el labio inferior, intentando mantener el hilo de la conversación. Pero al sentir su mano allí, tan cerca de acariciar su pezón, comenzaba a perder la cordura.  

—Porque tu hermana debe ser una mujer inteligente. Y algo me dice que Colin caerá rendido a sus pies.

—¿Así como yo estoy cayendo a los tuyos?

Cassie mantuvo la mirada fija en sus labios. La mano que acariciaba casi con sutileza sus pechos, comenzó a acariciar sus costillas, sus caderas. Sus manos la alentaban a acercarse más a él. Cassie, se movió, guidaba por él y por aquella seductora mirada, que ciertamente aceleraba su corazón.

No contestó a su pregunta, simplemente comenzó a devolverle las caricias. Primero su amplio y fuerte pecho. Sus anchos hombros, que parecían esquivar los problemas y sacarlos del camino como si fueran insignificantes piedritas. Fue hacia sus brazos. Cada musculo se tensaba bajo su inspección. Él era fuerte, pero no solo por fuera.

Tentada por a donde podía llevarlos todo aquello, bajó una de sus manos por su abdomen, encontrando las marcadas ondulaciones de sus abdominales.

Ethan, sabía hacia donde ella estaba yendo. Su cuerpo estaba preparado para lo que ella quisiera hacer. Siempre lo estaba. No pudo evitar gemir cuando la suave mano de ella lo tocó allí, en donde él dolía por ella. Fue suave, delicada, pero él estaba tan loco por ella, que eso solo bastaba para hacerlo apretar los dientes por el inmenso placer.

FirefighterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora