Con el paso del tiempo su leyenda ascenderá desde las profundidades del océano. El impacto que tuvo en la ingeniería naval fue tan importante que su nombre llegó a ser asociado a toda una generación de acorazados que dominarían los mares por décadas...
--"Está viejo buque ya no es útil para nosotros, ¿Cuanto nos llegaría a dar por el?"--
--"Es obsoleto como barco, así que lo compro como chatarra en 40000 libras esterlinas"--
--"Pero en este buque se realizaron obras teatrales"--
--"Y va a terminar siendo chatarra"-- suspiro para continuar hablando--" le doy 44000 libras pero no más"--
--"Trato hecho"--
Y así fue como el primero de los acorazados, el primer monstruo de los océanos fue vendido por sus creadores como simple chatarra, tal vez en este mundo su final fue convertirse en chatarra pero su leyenda llegará aún más lejos.
En algún lugar, en una isla, el se despertara, para volver a imponer en los mares una vez más.
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La maleza cubrian mi rostro, y los rayos de luz entraban por mis párpados como si fueran un despertador, me levanté de mi descanso solo para darme cuenta que todo esto era nuevo para mí y al mismo tiempo no, mi piel ¿metálica? paso a una sustancia blanda y elástica, podía ver podía pensar, pero ¿quién era?, Me levanté para notar que también tenía vestimenta parecía ser ropa de un soldado, ¿Tal vez fui uno en la gran guerra? Pero entonces ¿Que es la gran guerra y como se de ella? El solo hecho de pensar me hacía tener más dudas así que decidí caminar para despejar mi mente y estudiar el entorno en el que me encontraba, camine un rato entre un bosque no tan denso, ya estaba alcanzando a ver la salida de este bosque hasta que de pronto se escuchan motores por los cielos así que corrí para divisar mejor que estaba sucediendo.
Llegue a un pequeño acantilado dónde pude pude ver avionetas surcando el cielo y embarcaciones en mar abierto luchando galantemente, pero eso no fue lo que llamo mi atención si no en la costa, baje rápido los peñascos para llegar, ví una figura muy familiar.
Ahí se encontraba un buque o debería llamarlo lo que alguna vez fui, en perfectas condiciones, al verlo pude recordar quien era y cuál fue mi deplorable final. Todavía no comprendía por qué tenía conciencia o un cuerpo de carne pero las explosiones y cañones delante de mi no me dejaron concentrarme.
Preferí quedarme en la costa debido a que no sabía nada de este lugar, no podía participar en un enfrentamiento sin siquiera conocer al enemigo, decidí en cambio verificar mi cuerpo metálico, al parecer podía controlarlo a voluntad, apuntar mis cañones yo solo y navegar sin capitán.
Parecía un sueño hecho realidad hasta que un fuerte impacto me saco de mis pensamientos, se levantó una gran nube de polvo y arena, me acerque a lo que sea que haya impactado contra la costa pero para mí asombro era una bella dama.
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Se veía lastimada y herida, yo la definiría más específicamente como fuera de combate, pero tenía algo en su mirada, en sus ojos que lograron que me quedara fijo en ellos, me acerque para ver si se encontraba bien, al estar frente a ella pude notar en su expresión enojo y frustración.
