Con el paso del tiempo su leyenda ascenderá desde las profundidades del océano. El impacto que tuvo en la ingeniería naval fue tan importante que su nombre llegó a ser asociado a toda una generación de acorazados que dominarían los mares por décadas...
La noche era hermosa como siempre en este lugar, la luz de la luna se filtraba través de los árboles iluminando mi sendero hacia mi destino, el viento soplaba suavemente trayendo así una melodía reconfortante a mis oídos, tan reconfortante que me distraje de mi camino lo provoco que me cayera por una ladera rodando para caer en un puente, el golpe fue duro, pero nada que no pudiera soportar sorpresivamente antes de ponerme de pie, desde mi espalda un arma de un solo filo se encontraba cercas de mi garganta.
--"Quien se atrevió a entrar a mis dominios"—
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--"Perdone señorita, pero no tenía forma de contactarla"—
--"Ohhh mi caballero, ¿se encuentra bien?, ese acantilado es bastante alto"—respondió ella mientras me ayudaba a levantarme del suelo, una vez de pie me miro con una expresión un tanto molesta. --"¿Por qué tardo un mes en volver a visitarme?"—
¿Ha pasado un mes? Tal vez debido al todas las practicas con la señorita hornet y mi primera operación perdí mi noción del tiempo, pero aun así ¿Un mes?
--"Ahhhh eeee yo"—ella dio una pequeña risita para después hablar"--
--"No se preocupe, es un gusto volverte a ver, acompáñeme a la residencia para que limpie sus heridas"—
--"Muchas gracias, señorita"—dije así para comenzar nuestra caminara, mientras avanzábamos ella miraba extrañada lo que traía en la mano.
--"Que es eso que trae ahí mi caballero"—
--"No podía llegar sin traer mínimo un detalle, así que ...quise traerle un ramo de rosas, pero debido a mi torpeza se estropeo todo"—
--"En lo profundo de sus raíces, todas las flores conservan la luz, estas rosas podrán estar lastimadas pero el gesto que usted puso en ellas es hermoso, muchas gracias por el detalle caballero mío, entremos para ponerlas en un ikebana"—dijo ella para así entrar a su vivienda, al parecer no me faltaba mucho para llegar, pero tenía que caerme en aquel peñasco.
Yo la seguí por detrás hasta su cocina, era espaciosa y bien acondicionada, tenia algunos toques a los que yo llamaría orientales, la mesa se encontraba al ras del suelo, ella coloco las flores dañadas en un jarrón y lo puso en una mesa aparte para pasar de nuevo a la cocina. –"Siéntese en el comedor, estaba por cenar antes que usted llegara, ¿gusta miso con su tempura?"—
--"Señorita, disculpe mi torpeza, pero de que está hablando"—
--"Pregunto si quiere sopa para acompañar su cena"—
--"No, no señorita no podría molestarla con eso, yo solo quería..."—
--"Una gran cena debe incluir no solo comida deliciosa, sino una buena compañía, ahora siéntese y acompáñeme, siempre preparo un poco más así que coma todo lo que guste, debe de tener hambre por hacer ese viaje"—ella estaba colocando una gran variedad de platos en la mesa y sirviendo un poco de té en dos tazas.
