Telegrama 8: Abrir los ojos.

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El cantar de un ruiseñor resonó en mis oídos siendo el despertador de mi sueño, al levantarme pude ver el sol apena asomándose por el horizonte además de la señorita Musashi dormida recargada contra un pilar de la casa, viendo cómo se encontraba ella parecia que había pasado toda la noche aquí conmigo, siempre termino en deuda con ella de una o otra forma, no iba a dejarla aquí así que la levante en brazos para llevarla hasta su cama y asi pudiera descansar correctamente.

El cantar de un ruiseñor resonó en mis oídos siendo el despertador de mi sueño, al levantarme pude ver el sol apena asomándose por el horizonte además de la señorita Musashi dormida recargada contra un pilar de la casa, viendo cómo se encontraba e...

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--"Me despido señorita y muchas gracias"—

Me dispuse a volver antes de que descubrieran que no estuve toda la noche en la base, el día de hoy me sentía revitalizado y bien descansado, hace días que no me sentía así. Alegre y con buen animo comencé a navegar en el océano de regreso a casa.

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--"Dred, listo"—

--"Claro que si señorita Sandy"—

--"Entonces ahí vamos"— Volví a la base sin que mi ausencia haya sido detectada y en estos momentos estaba pasando mi mañana con la cantante pelirroja.

Ya para este punto me había convertido en algo similar a su "mánager", ella quiso realizar su función en un lugar concurrido de la base, me aparte para no dar mala espina y así su función comenzó, ella como siempre lo dio todo en el escenario, todas sus baladas eran compuestas por ella misma lo cual solo hacía que valorara mas todo el esfuerzo que pone en esto. Lo malo es que soy el único que se da cuenta de ella. Una vez ella acabo vio a sus costados buscando a cualquiera que la aclamara, giro a un lado y al otro notando que nadie le prestó atención. Tenía en su semblante un gesto un tanto triste así que decidí acercarme para aplaudir y vitorearle el espectáculo. Cuando ella me vio, su alegre y brillante sonrisa había vuelto a su rostro.

--"Pareces desanimado Dred, ¿Qué tal si le damos la vuelta a ese ceño fruncido?"—

--"¿Cuál es su plan?"—

--"mmmm hay que ir al mercado, venden todo tipo de delicias"—

--"Que coincidencia justamente ocupaba comprar unas cosas

--"Entonces en marcha"—

El mercado eran varios locales de variedades alimenticias, desde olores fritos y grasosos hasta dulces y calientes era un lugar ajetreado y un poco angosto para alguien como yo, camine atreves de los estrechos pacillos, en mi camino podía ver como las demás damas me pasaban alrededor de mi como si fuera una simple roca en su camino, también es normal, ellas tienen sus asuntos, pero se sentía extraño, cuando me acercaba a comprar cosas que necesitaba para mañana junto a mi compra recibí miradas duras por parte de las vendedoras, ¿acaso tenía algo en el rostro?.

--"Que vas a pedir Dred"—Después de estar un rato en el mercado habíamos llegado a un local, al parecer eran dos señoritas idénticas las que lo administraban, en este pude observar una gran olla y como de esta sacaban unas bolas blancas suavecitas.

El Primer Acoradazado: Una Historia De Azur Lane.Where stories live. Discover now