9. Live While We're Young

75 10 7
                                    

Let's go crazy, crazy, crazy
'til we see the sun
I know we only met,
but let's pretend it's love
And never, never, never
stop for anyone
Tonight, let's get some
and live while we're young

Callie Montgomery

Hasta ayer por la noche no sabía que me lo podía pasar tan bien en una fiesta en la playa, aunque tampoco es que haya ido a demasiadas. Supongo que el factor de solo amigos también ha ayudado.

No es de sorpresa que todavía me cueste soltarme tanto como mi hermano con el resto de personas, él siempre ha sido muy extrovertido y muchas veces he llegado a querer ser como él en ese aspecto, pero noto que lo estoy intentando y de momento todo está yendo bien.

A pesar de que anoche fue divertido, hubo un momento que hubiera preferido suprimir. Cuando jugamos al yo nunca, al principio no me pareció tan malo, pero cuando todos comenzaron a decir sus propuestas fui más consciente de que casi no he vivido nada típico de un adolescente, por así decirlo.

Y aparte de ese pequeño detalle, también estaba lo que a sexo se refiere. La mayoría de cosas que dijeron estaban relacionadas con eso y aunque yo esté bien con el hecho de no haber experimentado nada parecido, ya que, no pienso que hacerlo por quitármelo de encima sea lo mejor, me da algo de corte decir en voz alta que soy la única no experimentada.

Gracias a lo que sea, todos estaban en un alto nivel de embriaguez y no se percataron de lo último que dijo Ian. Me siento estúpida al pensar eso porque sé que no debería, pero está tan normalizado reírse de aquellos que ya tienen cierta edad y aún no lo han hecho con nadie, que prefiero no decirlo.

Y claro que no podía ser otro que Ian el que quisiera saber algo así, fue el único que estaba lo suficientemente sobrio como para percatarse de que casi no bebí en el juego. Quizá debí haber bebido, aunque estuviera mintiendo, seguro que se rio de mí por dentro.

No obstante, lo que me sorprendió fue que, por primera vez, Ian no me pareció tan insoportable. Por primera vez vi a un Ian divertido, juguetón y más relajado. Aun así, sigo pensando que es igual de irritante, fue quien me tiró al agua por mucho que le gritara y le diera golpes en la espalda para que me dejara en el suelo.

—¿Qué tal te está yendo? — quiere saber mi padre, que me está haciendo compañía en el desayuno.

Por segunda vez desde que he llegado, he podido estar más de diez minutos seguidos con él. Henry, mi padre, suele estar fuera de casa durante casi todo el día y cuando estoy aquí a penas lo veo, ni siquiera yo paso tanto tiempo dentro de casa. Si le dijera esto último a mi madre estoy segura de que no se lo creería. Así que, desde que estoy en la ciudad, casi no he hablado con él.

Papá está sentado frente a mí con una taza de café en su mano y un periódico en la otra, pero al hablarme deja de leer y me presta atención.

—Llevo pocos días aquí, pero me lo estoy pasando bien. Jake me presentó a sus amigos y he estado pasando el rato con ellos — comento.

—Eso está genial, me alegra que digas eso, que disfrutes y estés con amigos — me sonríe.

Seguramente mi madre le ha dicho que no suelo ser la persona más sociable del mundo. Lilian siempre me ha reprochado que prefería quedarme en casa por seguridad, a salir a conocer a gente de mi edad.

Después de haber terminado el instituto con una amiga y el resto solo conocidos, puede que tuviera razón, pero nunca se lo admitiría, se pondría más pesada de lo que ya es.

—Sí, aunque me hubiera gustado pasar el verano con Maya — mi padre pone cara de confusión al no saber de quién le hablo — es mi mejor amiga — le aclaro.

Un verano efímeroWhere stories live. Discover now