Un verano efímero

11. Beauty And The Beast

Ever just the same
Ever a surprise
Ever as before
And ever just as sure
As the sun will rise

Callie Montgomery

Como la mayoría de mañanas, vamos a la playa. Cuando Jake y yo llegamos, nos encontramos a todos, que al parecer siguen discutiendo por la apuesta que se hizo hace días sobre cómo pasar las tardes.

A Zoe no le gustó nada tener que volver a pasar la tarde sentada frente a un televisor sin hacer nada. Me siento en el hueco libre que hay entre Dan y Sky.

—Callie ganó a Ian en la partida, lo que quiere decir que ya no tienes derecho a opinar en los planes de la tarde — se le queja Zoe a Cole.

Realmente, a quien creo que de verdad le importa esa apuesta es a esos dos. Es cierto que los chicos se fastidiaron y las chicas lo celebraron el primer día, pero quienes han vuelto a hablar sobre el tema son Zoe y Cole.

Los observo. No es la primera vez que me los encuentro así, si no supiera quienes son, pensaría que no son amigos, pero lo sé. Lo único es que ambos parecen tener un carácter tan igual en este aspecto que muchas veces chocan entre sí.

—Pero no es justo que siempre seáis vosotras quienes elegís. Nosotros también tenemos derecho a opinar — le rebate el moreno.

—No dijiste eso cuando estabas tan seguro de que ibas a ganar la apuesta. Eso te pasa por subestimar a una chica — se ríe de él. Cole resopla algo molesto.

—Sigue siendo una chorrada, es injusto.

—La vida es injusta. Tú mismo lo dijiste — se burla Zoe, repitiendo las palabras de su amigo.

Cole rueda sus ojos, y cuando va a volver a hablar, mi hermano interviene.

—¿Qué está ocurriendo? — lanza la pregunta al aire, esperando a que cualquiera responda.

—Ya están discutiendo otra vez por la apuesta esa que hicieron los dos. Zoe se está quejando por lo del otro día y Cole porque no puede ser él quien diga qué hacer luego — responde Lucas.

—Eso es fácil de solucionar — Jake sigue interpretando el papel de mediador — es cierto, las chicas ganaron una apuesta de manera limpia, son ellas quienes tienen el poder de elegir los planes — Zoe sonríe victoriosa ante Miller — pero, ¿por qué no ceder un poco? Podéis concedernos dos días para elegir nosotros, uno durante la semana y otro que corresponda al fin de semana.

—A mí me vale — Dan se encoge de hombros, de acuerdo con lo que dice mi hermano, pero sin darle gran importancia.

—A mí también, no me importa — le secunda Quinn.

—Mejor eso que seguir discutiendo por esa tontería — coincide Sky.

Los demás también opinamos igual, excepto Ian, que solo muestra desinterés por ello, seguramente piense que es la estupidez más grande del planeta. Y para qué mentir, yo también pienso que es una bobada.

Al principio, los dos protagonistas de esto se muestran reticentes, pero terminan dando su brazo a torcer. Una vez todos en paz, el ambiente vuelve a ser de calma.

—Genial, ¿te apetece seguir con las clases de surf? — Dan, que está a mi lado, se gira para mirarme.

—Claro.

Ambos nos levantamos de la arena y nos dirigimos a la orilla con nuestras tablas bajo el brazo. Esta vez le he cogido a mi hermano la suya, ya que, no le veo con la intención de meterse al agua en este momento.