Capitulo 2

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*Equilibrio*

Joseph:

Marcaban las cinco con cuarenta minutos. Desperté sin necesidad de mi alarma y decidí quedarme despierto, pues, corría el riesgo de pasar más allá del descanso que quería en esos veinte minutos restantes. Cómo era costumbre me quedé mirando y mirando un zapato. Pensaba de todo un poco hasta de porque los pájaros vuelan o porque los autos necesitan gasolina para andar, lo sé, pensaran que estoy loco... Bueno en parte si lo estoy. En fin como era costumbre perdí veinte minutos solo pensando tonterías. Es que en este mundo quién no está loco no es parte de este mundo, todos llevan algo de locura dentro de si, una locura minimizada y que en ocasiones se desborda como la mayor de las pasiones. Diez minutos más de los que debería haber sacado provecho para adelantarme y salir a tiempo a mi primer día en la universidad o más bien en mi intento de ingresar oficialmente pero me quedé otro rato pensando y de repente apareció ese pensamiento:

No vayas a empezar Joseph... Ya te dije que solo tienes una personalidad, a quien engaño parezco a fragmentado tengo más de cinco. En fin no sé si deba escoger como me voy a comportar en la universidad.

Era evidente que en la mayoría del tiempo ni yo mismo me entendía. Pero es que mostrarme como ese chico callado me haría resaltar más y si era aquel extrovertido me dejarían sin espacio. Ese no era mi principal problema, tener que caminar media hora para luego tomar el bus ese era el verdadero problema. Sin más... Me hice con mi vestimenta luego de bañarme y tomar un poco de mi café; volví nuevamente al cuarto y me han llamado pero yo seguía pensando

-Joseph, otra vez se te enfría el desayuno

-Abuela... Se que tengo que desayunar- le dije mientras empacaba mi mochila- En un momento voy por el además ya me tengo que ir.

-Mi muchacho va a empezar su carrera, yo no me puedo ir de este mundo sin antes verlo con una bata blanca y oficialmente siendo un médico- decía mi abuela mientras preparaba el resto del desayuno

La miré y me sonreí, asentí con la cabeza y me giré para irme. En cada paso que daba hacia afuera sentía como en mi cabeza solo corría el pensamiento:

Soy un hombre ahora

Me encantaba ver a todos lados mientras caminaba y me imaginaba unos escenarios que uff... Me ponían como un chico interesante llegando a conocer a la más linda de la uni, en fin... Pensamientos de niño.

Ya déjate de tonteras Joseph ¡por Dios! Ya tienes dieciocho años amigo. Además es tiempo de concentrarse hay que estudiar.

Estaba en uno de esos episodios dónde te peleas contigo mismo. Es como si otra voz estuviera en tu mente o como si se tratase de dos personas discutiendo en una habitación que claramente era mi cabeza. No encontraba como centrarme en mí pero bueno. Nadie esperaría a que yo me concentrara, nada , ni siquiera un poco. Miré hacia un lado y habían unas personas con muchos paraguas y me pregunté si era algún tipo de campaña, me fijé más a detalle y la ví, ¡Dios es ella! No sabía que hacer dónde meterme y mis pensamientos eran:

¿Que hace aquí? Rayos, no me jodas, eso era lo que me faltaba. ¿Pero porque anda vestida así? La vez que la ví cargaba un short tipo bermuda pescador. Supongo que no importa mientras no me vea.

Pasé mientras me daban la espalda y apresuré el paso pero me fué imposible evadir su mirada. Pensé que me saludaría pero al parecer intentaba recordar quién era yo. Supongo que era de esos momentos en los que buscas en lo más adentrado de tu baúl de recuerdos para ver lo que hace tiempo tuviste pero no se enciende la chispa. Pasé de largo hasta solo faltarme la secundaria y en unos cien metros estaría en la parada. No sé porqué me daba miedo pensar en ella y si... Aquí les vengo otra vez con mis pensamientos pero se que en el fondo pueden entenderme.

El ruido de la ciudad levantándose no parecía afectarme y lo que más quería era ver un bus que me trasladara directo a la universidad. Me estaba cansando, pero de pensar, pensaba demás, eso es malo lo sé. Muy a lo lejos ví a una pareja de ancianos esperando transporte y de repente uno de ellos quiere cruzar la calle hacia donde estaban los puntos de comida. La señora quería algo de comer, su marido, que era lo más probable que lo fuera le coge de la mano y le ayuda a cruzar. Pasaron los dos a un paso que para cualquier conductor con apuro sería desesperante. Esa escena me pareció tan tierna.

-Quiero vivir ese sueño con alguien - murmuré suavemente

-¿Disculpa?, No te escuché bien - respondió la chica delante de mí en la fila-

Debo admitir que me dió vergüenza pero en realidad no me dirigía a ella.

-No me prestes atención, disculpa...

-Vale- me sonrió y asintió con la cabeza - no te preocupes.

Por amor a todos los dioses Joseph ya deja de pensar en voz alta que das pena hombre. Ahora esa chica pensará que la estoy coqueteando

Entre tanto pensar y pensar llegó el bus- me fui- dije relajando mis hombros que se encontraban tensos. Se convirtió en mi pasatiempo mirar por la ventana mientras iba de camino a la uni. Los árboles y las casas pasaban frente a mi muy rápido y en ocasiones muy lento. Le tenía fe a esa terapia de ver los paisajes mientras viajaba. Tanto me relajé que pasé mucho más allá de donde me tenía que quedar. Pedí la parada con estrépito y sin derecho a resongar me bajé del autobús.

-Eres divertido- Dijo una voz proveniente del interior de ese bus, me quedé medio tonto y apreté mis puños.

- No se de qué hablas pero está bien - contesté algo seco y cortante. Sentía como mis mejillas se llenaban de rubor. El bus se fué y yo me abría camino a la universidad, caminé por diez minutos hasta que por fin logré llegar. Cansado, perdido y sobre todo sin saber cómo lidiar con las personas que serían mis compañeros de estudio. Ya esto no pintaba bien y me estaba jodiendo la paciencia a mil por millón. La mezcla de sentimientos encontrados era mucha y no me aquietaba en lo absoluto. Habían chicas lindas... Pero cuando quise acercarme a una de ellas apareció el recuerdo

-Menudos ojos que tiene la chica

- ¿Pero porque piensas eso?

- Ya cállate y comportate

- Pero si solo sois mi conciencia ya poned un alto...

-¿Estaré siendo infiel a ese sentimiento? Pero si ella no me ha dicho ni su nombre. ¿Cómo haré para llamarla? ¿Chica de las miradas?

-Estupido averigua su nombre... Pero si jaja sería muy lógico llamarle así por los momentos.

Y asi estaba yo peleando conmigo mismo en mis dientes facetas. Era una maldita lucha entre mis sentimientos y la atracción que estaba experimentando por mi vecina que por cierto está muy guapa. De verdad que mis hormonas y mi cabeza mi cuerpo y todo lo que tenía que ver conmigo estaba demente. Suspiré, me llené de valor y subí para iniciar una nueva aventura.

P17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora