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Capitulo 11

*Sin vida*

María:

El tiempo no es amigo de nadie y me gustaría pensar que en el mundo si tenemos amigos. Pero la actitud de papá me hace pensar que ni siquiera tenemos padres. No sabía hasta que punto sería capaz de llegar en un estado de locura; pero si sabía que todos son humanos y sus errores no bastarían para perder la cordura y actuar como una persona madura.

Miré a mi padre a los ojos pero sin articular una sola palabra.

-Ni se te ocurra acercarte más, tampoco quiero que insultes a mamá nuevamente, tienes prohibido hacer eso- confronté a mi padre, con mi pulso al mil por mil sostuve a mamá mientras llamaba una ambulancia- no vuelvas a mirarme de esa forma, ya ni siquiera sé si eres mi padre, eres...- mis ojos se llenaron de lágrimas- eres un monstruo.

-Eres igual a ella, no mide sus palabras y mucho menos sus actos, y tú no eres la más indicada para juzgarme.

Mamá aún se quejaba de su dolor en la pierna.

- No eres más que una copia barata y lo que me hace sentir mejor es que lo más probable es que no lleves mi...

-¡YA BASTA LOS DOS! Pren por favor...

- Veo que no le has dicho nada a la niña.

-¿De que hablan?.

No podía concentrarme en averiguar algo en un momento de crisis, ignoré el hecho de que me ocultaban algo. Sostuve la conversación con los funcionarios que atendieron la llamada de auxilio después de intentar contactarles un sin fin de veces.

No pasó mucho tiempo desde que atendieron mi llamada, los paramédicos vinieron por mamá. Cómo consecuencia de su acto papá fué detenido, no puso resistencia, pare IA que si dolor por aquello que hizo mamá no le dejaban sentir pesar por el.

"Cuando estás enamorada haces muchas locuras y todo porque el amor siempre va acompañado de la locura"

Esa frase de mi madre resonaba en mi cabeza.

- Está bien si no puedes con todo hoy, mañana será otro día- fué lo que me dijo la suave voz de un joven antes de subir a la ambulancia.

-Pero si apenas está amaneciendo - mi voz interior no correspondía de buena manera a ese acto tan hermoso.

- Gracias...

Me era imposible decir otra cosa así que callé todo el camino. Llegamos al hospital, era todo un enredo y mi mayor problema era explicarle a Andre todo lo que sucedió; no sabía por dónde carajos empezar. Mi prioridad era ubicar un transporte, me sentí mal para caminar así que opté por una medida desesperada.

*Llamada*

- Hola.

-Hola... Adán

- Buenos días preciosa- muy en el fondo escuché a alguien preguntar "¿Quien es?"

-Buenos días...

-Oye te sucede algo bonita, a ver dime, me extrañas cierto.

Blanquee mi ojos y bufé fuerte. A veces me molestaba su actitud, pero estaba a su favor no saber nada de la situación.

- No, bueno, la verdad si pasa algo- me inquietaba esa respiración y sensación de movimiento del otro lado del móvil.- Adán... Amor, yo necesito que vengas.

-¡Valla! segunda vez que me llamas así y- un gemido escapó de su interior.

-Oye, tú estás... ¿Estás con alguien? Dime qué sucede ¿Te ha atacado un orgasmo de repente?