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Capitulo 4

*Por aquí pasó*

Joseph:

Ese día no esperé tener una conversación con Yuli, pero no es que me importa mucho, total, se que no podía decirle nada, pero tampoco podía dejar de ser un buen amigo y le tendí mi mano, haciendo que se fuera más tranquila. Estaba haciendo calor y ya empezaba a sudar. Yo sudaba como una bestia y me incomodaba un poco, el perfume se desvaneció entre tantas gotas de sudor, cogí aire y me fuí arriba; buscando y buscando encontré las listas. Esas listas que encontré estaban llenas con nombres números de identificaciones y números telefónicos. Me moría de ganas por saber en dónde quedaría. Al instante de empezar a leer se me acercó un chico, preguntó si también estaba en la sección tres y solo asentí con la cabeza y seguí mirando la lista.

-Pareces estar buscando el nombre de alguien más allí- me dijo rompiendo el silencio aunque en la universidad hubiese un montón de ruido.

-La verdad si, estoy buscando a alguien, pero solo lo hago para estar alerta y evitarla.

-Vaya... Las ex son todo un problema mi hermano- dijo mientras meneaba la cabeza y los brazos en modo de jarrón.

-¿De qué hablas amigo?- le dije sonriendo.

No sé porque pero sentí que el sería mi primer amigo en la uni. Es que quién no sería su amigo si desde que llegó le ví interactuar con muchas personas y con una actitud muy buena. Tenía una energía muy potente.

-Mi nombre es Erick- dijo extendiendo su mano.

-Mucho gusto Erick mi nombre es Joseph.

-Debes ser un diablillo,¿De casualidad no te gustan las mujeres malas?- agregó con una sonrisa estática. Yo lo miré sintiéndome incómodo al mismo tiempo.

¿Que rayos pasa con la gente? Ahora por llamarme Joseph, precisamente tengo que ser malo. Menudos inventos que se hacen las personas ahora.

-Tranquilo amigo solo bromeaba- dijo bajando la voz antes de pronunciar la última palabra.

Yo lo miré y me sonreí y un poco. Esa situación no me estaba afectando de forma negativa, pero si me hacía pensar muchas cosas con respecto a ser una buena persona. En el mundo existen buenos y malos pero lo más notorio son las personas que hacen el mal ¿Y por qué no resaltan las personas buenas? Bueno, el punto está en como afectan las cosas que hacen. No estamos en este mundo para agradar a los demás pero nos llena de satisfacción poder ayudar a quién más lo necesita. Pero en un mundo de maldad las personas no respetan... Principios, moral, ni mucho menos el tiempo de experiencia y si, hablo de las personas mayores. Supongo que la mayoría que estábamos en ese curso queríamos una educación para formarnos como profesionales y ofrecer algo útil a la humanidad. Bueno sería lo más lógico pero... Lamentablemente estamos en el siglo XXI y aquí la mayoría estudia por moda y olvidan por completo porque están aquí. Pierden el foco, no tienen retorno y solamente les toca quedar vacíos al final de su carrera.

Erick era ese tipo de persona que comprendía lo que pasaba en el mundo y que aunque no parecía importarle muy en el fondo le preocupaba un montón. Ya luego de un rato un montón de personas se acercaban a nosotros, alcé mi mirada y Vi arriba de la puerta, número tres sección de medicina, en ese momento no pensé en nada, en realidad solo me hice a un lado y entré al salón de clases mientras cruzaba miradas con mis nuevos compañeros y compañeras.

Había mucha actividad en el aula y me sentía cómodo también me hacía preguntas como de: quienes serían mis amigos allí aparte de Erick o como me trataría todo mundo también de como sería el profesor u profesora. En fin, estaba a gusto y me encantaba estar ahí. Poco a poco nos fuimos presentando por petición del profesor que acababa de entrar. Luego de eso volvió a darnos las indicaciones para estar a la altura de la universidad y no cometer errores que nos dejaran fuera de la carrera.

No creo que sea necesario pelear aquí además si se tratase de una relación amorosa con tenerla fuera de la universidad no tendría porque representar un problema.

Para que entiendan cómo es que ese pensamiento estaba en mi cabeza pues les explico... No me gustan los abusivos, la gente que no se compadece de los inocentes no merecen mi respeto, esas serían las razones por las que yo me caería a golpes con alguien aún en la universidad. Es que en realidad, cuando veo a alguien pasándose de listo no me queda de otra que ofrecerle un puñetazo a ver si así logra calmarse; así como hago amigos también hago enemigos pero es solo por el simple hecho de amar la justicia.

Luego de la primera clase, que en realidad solo fué presentación, nos salimos afuera a los pasillos a esperar la siguiente asignación y a mí mismo me decía que estaba siendo fácil. Ya afuera ví como unas chicas estaban hablando de temas que me interesaban, como por ejemplo los libros. No me acerqué a las chicas pero si les miraba por tiempo limitado, en ese cruce de miradas me han preguntado que si era el de la sección tres y sin vacilar les respondí que sí. Creo que debió sorprenderme el hecho de que me dieran espacio para sentarme con ellas pero la verdad es que accedí sin rodeos. Una vez que estaba con ellas poco a poco solté mi personalidad en si... Me di a conocer, hablamos de libros y de porque estábamos en la carrera y me encantó tanto que todo me saliera de manera tan natural que no yo mismo me creía que ese fuese yo.

-Oye llevamos rato hablando y no nos has dicho tu nombre

-¿Porque siempre tienes que ser tan payasa María?- replicó una de las chicas la cual se conocía como Nicole.

-Perdon- responde María un poco avergonzada.

-Ehhh chicas... No tienen porqué pelearse- les dije mirándolas al mismo tiempo.

Diablos no me digan que ahora tendría que presenciar una pelea de chicas aquí y ahora...

-Nicole, disculpa, solo que no estaba prestando atención cuando todos se presentaron- suspiró y me miró casi suplicando que la disculpara también.

-Oigan no me estoy molestando con nadie- respondí inmediatamente con una sonrisa- más bien me hace gracia.

Las dos me miran con caras que jamás voy a olvidar me hacían demasiada gracia verlas confundidas por mi reacción. Después de eso olvidamos el tema de los nombres y nos pusimos a criticar gente como si fuéramos unas viejas chismosas. Ese día no tuvimos muchas clases, me gustó ese día, al parecer todo marchaba bien y demás... Conseguí dos compañeras de caminata. Era un largo trecho de la universidad hasta la siguiente parada del bus que nos llevaría a casa. Después de salir caminando de lo más normal y feliz sentí como si mi cabeza explotara, no sabía que había pasado.

-¡¡Por aquí pasó!!- exclamó Nicole.

-¡¡Por aquí pasó y por aquí murió!!- dijo María mientras se cubría.

Yo ni sabía porque me habían dado ese lapo pero tampoco me molesté solo les sonreí y como conocía el juego solamente me tocó esperar a que pasara otro escarabajo para fundirles el cerebro.